La familia de José Ignacio Soto, un vecino de La Malahá (Granada) de 33 años fallecido la semana pasada en Akureyri (Islandia), ha denunciado públicamente que el cadáver fue abandonado durante nueve horas junto a un almacén de patatas cuando iba a ser trasladado a Reikiavic, donde este jueves está previsto que sea incinerado.

Así lo ha señalado a Europa Press una tía de este hombre, Rosa María Roldán Martínez, quien ha indicado que la familia ha autorizado a un amigo del fallecido, que se había ido a buscar trabajo hace 21 días a Islandia, a trasladar los restos mortales incinerados a España.

El hombre falleció de un infarto de miocardio y la familia ha encontrado varios problemas para la tramitación de la repatriación de sus restos mortales, según ha adelantado el diario ''Ideal''.

Roldán Martínez ha calificado como "trato vejatorio" que el cadáver de su sobrino, que en principio iba a ser trasladado a la capital islandesa el pasado lunes por la mañana, fuera llevado el viernes, por encargo de los servicios funerarios y "sin aviso al cónsul ni a la familia", en un camión de frutas y verduras al puerto de Akureyri, donde habría permanecido nueve horas a temperatura ambiente y a la vista, al lado de un almacén de patatas, hasta que lo descubrió una conocida de los amigos con los que estaba su sobrino en Islandia.

Tras el fallecimiento de José Ignacio Soto, el pasado miércoles de un infarto de miocardio, sus amigos avisaron a la Policía y a los servicios sanitarios, que se hicieron cargo del cuerpo. El joven estaba "feliz" y "cumpliendo un sueño" pues confiaba en encontrar un trabajo, para lo que estaba "echando curriculums" y, "eventualmente, repartiendo periódicos", ha explicado su tía, que ha indicado que el cuerpo de su sobrino, que no padecía ninguna enfermedad cuando vivía en España, ya está en Reykiavic desde donde será trasladado a Madrid.

Granadino del Zaidín, José Ignacio vivía con su madre en el municipio de La Malahá, cuyo Ayuntamiento ha asesorado a la familia en las gestiones administrativas para la repatriación del cuerpo, ha informado el segundo teniente de alcalde del municipio, Francisco Moreno.

El edil de La Malahá ha explicado a Europa Press que, en concreto, se establecieron contactos con la Embajada para conocer los protocolos "en unos momentos tan duros" para la familia, que ha recibido apoyo de Asuntos Sociales del Ayuntamiento, que ha hecho un seguimiento del caso hasta la fecha, sin que tuvieran conocimiento de los problemas que ha tenido la familia, que optó por la incineración en Islandia, al ser la opción más viable desde el punto de vista sanitario y también más rentable en términos económicos.