El ex primer ministro francés y aspirante a la alcaldía de Barcelona, Manuel Valls, se ha reivindicado como el candidato del "cambio" y el "único" que puede impedir una "alianza" ganadora entre los "populistas" de la alcaldesa Ada Colau y los independentistas en la capital catalana.

En una entrevista con Efe, Valls ha definido la Barcelona actual como una "ciudad herida y degradada", debido a su juicio a la "mala gestión" de la alcaldesa y líder de los comunes, Ada Colau, y a las consecuencias "negativas" del proceso independentista, que ha perjudicado la estabilidad en el terreno económico.

"Yo represento el cambio. La alcaldesa no puede representar el cambio", mientras que Ernest Maragall, veterano candidato de ERC, "aún menos", ha subrayado.

Ante el reto de contrarrestar los efectos negativos que en su opinión han tenido sobre la ciudad la gestión del gobierno municipal que capitanea Colau y el proceso soberanista, Valls se ha ofrecido como el "único" que puede "impedir que una alianza entre el populismo y el independentismo gane en esta ciudad".

"Esta es la alternativa: lo que represento yo o la alianza, oportunista o no, entre el populismo de Ada Colau y el independentismo. Este es el debate de estas elecciones", ha recalcado.

Valls ha señalado que Barcelona necesita un "liderazgo potente" para afrontar los "grandes retos" que tiene planteados como ciudad, y en este contexto ha interpelado al PPC, después de que su nuevo líder se ha desmarcado esta semana de la plataforma que impulsa el ex primer ministro francés.

Este jueves, el presidente del PPC, Alejandro Fernández, anunció que su partido presentará "candidatura propia" porque tiene "un proyecto político propio para Barcelona".

Aun así, Valls ha insistido en su llamamiento unitario: "Yo respeto a los partidos, el PPC es libre de sumar o no, y hasta el último momento la puerta estará abierta. Entiendo que el PPC quiera proteger su marca, pero la pregunta es: ¿lo importante es la marca Barcelona o la marca partido?".

En este sentido, ha avisado a las fuerzas constitucionalistas que por ahora han declinado formar parte de su candidatura, el PSC y el PPC, de que estas elecciones municipales, "más que nunca", no son una "cosa de partidos", sino de una ciudad que "se juega su futuro y su destino".

Por ello, ha apelado a la "generosidad" de los partidos para poder sumar, a la vez que ha reivindicado el "interés general" de los barceloneses, y en este escenario ha ensalzado de nuevo el apoyo de Ciudadanos a su candidatura, de la que formará parte el partido naranja.

El alcaldable ha garantizado que, "hasta el último momento", hará "todo lo posible" para sumar a socialistas y populares a su lista electoral, en la que también prevé contar con representantes de la sociedad civil.

En esta candidatura amplia y transversal en la que trabaja el candidato, no habrá cuotas de partido, sino un "equipo de gobierno para la ciudad".

Valls ha recalcado que presentará, de cara a las municipales de mayo de 2019, un proyecto de "buena gestión" para Barcelona, con la intención de trasladar "ilusión y optimismo" a los barceloneses: "Yo quiero provocar orgullo", ha proclamado.