El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, considera que las garantías conseguidas en el acuerdo del "brexit" sitúan a España en "una posición de fortaleza que no había tenido nunca" y que abren la posibilidad de plantear en un futuro al Reino Unido la cosoberanía de Gibraltar.

Sin embargo, los partidos de la oposición no comparten el optimismo del Gobierno y mientras el presidente del PP, Pablo Casado, ha tildado el acuerdo de "fracaso histórico", el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha asegurado que a Sánchez le "han metido un gol el último minuto", porque le han pillado "despistado haciéndose fotos con la dictadura cubana".

A estas acusaciones, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha contestado, en su cuenta en Twiter, y ha afirmado que "la realidad es que los acuerdos entre la Unión Europea y el Reino Unido en relación a Gibraltar necesitarán la aprobación de España".

En su tuit, Borrell ha remarcado que "digan lo que digan Picardo (primer ministro de Gibraltar) y otros, los acuerdos entre UE y Reino Unido en relación a Gibraltar necesitarán la aprobación de España".

Y es que, el primer ministro de Gibraltar ya puso, ayer, en tela de juicio las "garantías escritas" expuestas por el presidente del Gobierno y aseguró, entonces, que el acuerdo alcanzado era "un trozo de papel" sin valor jurídico.

El primer ministro de Gibraltar agradecía, hoy, a la primera ministra británica, Theresa May, su "infatigable e incuestionable" defensa de la soberanía británica del Peñón y de sus intereses económicos que, a su juicio, están "protegidos" por el acuerdo sobre el "brexit".

Hoy, en Bruselas, el Consejo Europeo integrado por los veintisiete países que permanecerán en la UE ha dado respaldo a los textos que aclaran que España tendrá la última palabra en cualquier negociación futura sobre Gibraltar.

En rueda de prensa tras la reunión del Consejo, Sánchez ha insistido en el "triple blindaje institucional" conseguido, que supone "un antes y un después" respecto a la posición negociadora de España sobre el Peñón.

Según fuentes del Ejecutivo, España tendrá ya "para siempre" la "llave" de la relación entre la UE y Gibraltar, lo que supone "un logro de Estado con repercusiones que van a durar mucho tiempo".

Estas aseveraciones han sido muy criticadas por el PP, y su líder, Pablo Casado, ha advertido a Sánchez que seguirá pidiendo un "Gibraltar español", una reivindicación que "no es de derechas, ni de izquierdas" ni está "pasada de moda".

"Gibraltar debe, puede y vamos a seguir reivindicando que sea español", ha dicho Casado, al tiempo que ha lamentado que "Europa le haya perdido el respeto" al Gobierno español, algo que no le extraña porque "son unos incompetentes".

También el exministro de Exteriores José Manuel García-Margallo ha criticado al acuerdo y ha lamentado que Sánchez no se haya atrevido a paralizar el "brexit".

García-Margallo ha acusado a Sánchez de haber permitido que se hicieran "demasiadas" cesiones a Gran Bretaña en las negociaciones con la Unión Europea, incluida la relación con el Peñón.

"Cuando llevas la negociación mal y llegas al último minuto del partido, estás obligado a aceptar cualquier tipo de solución por mala que sea; y esto es lo que ha pasado", ha señalado.

Y en el tramo final "Sánchez ya no ha podido dar marcha atrás: Era muy difícil conseguir un acuerdo mejor", ha admitido el exministro, que ha considerado que "España ha perdido una oportunidad de oro".

La portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero, ha reiterado las declaraciones ayer del secretario general, Pablo Iglesias, y ha señalado que su formación apoyará el acuerdo sobre el "brexit" si "sirve para defender a los trabajadores del Campo de Gibraltar".