El Ejido es uno de los municipios del Poniente almeriense más conocido por el resto del país por el "mar de plástico" que forman sus invernaderos y ahora lo será tras las elecciones andaluzas de ayer al convertirse en el primero de España en el que Vox es la fuerza más votada.

Con 7.377 de los 43.468 votos logrados por Vox en la provincia almeriense, El Ejido sigue una trayectoria que se repite en otros puntos de la comarca del Poniente, como Roquetas de Mar, donde la formación ha sido la segunda más votada con 6.661 respaldos, o la propia ciudad de Almería, con 11.835 papeletas para esta formación.

En El Ejido, según han indicado fuentes municipales a Efe, de una población de unos 89.000 habitantes hay censados 25.734 extranjeros de 94 nacionalidades, a los que hay que sumar un número indeterminado de personas que residen en su territorio sin constancia por parte de la administración.

Uno de los primeros en valorar los resultados de Vox ha sido el alcalde, Francisco Góngora (PP), quien en declaraciones a los medios ha dicho que vienen "motivados por la elevada presión migratoria que va mucho más allá de la necesidad de mano de obra".

"De ahí que El Ejido esté reivindicando una mayor atención a las políticas migratorias y a todos los efectos transversales que ello conlleva, desde el control de fronteras, control de extranjería, el refuerzo de la seguridad, el sistema educativo, asistencial y sanitario", ha añadido.

Por su parte, el presidente de Vox en Almería, Juan Francisco Rojas, ha dicho a Efe que desde hace meses sabían que el Poniente y la capital de Almería "podían dar la gran sorpresa", por lo los principales mítines tuvieron lugar en estas localidades, como el jueves en Roquetas con el presidente nacional, Santiago Abascal.

Rojas no reduce a la cuestión migratoria el éxito de Vox en la provincia, aunque sostiene que existe un "gran problema de inmigración ilegal" que han vivido "día a día" durante la campaña que ha podido tener su efecto.

Insiste en que el mensaje de Vox es claro, "no se pueden asaltar las fronteras y los gobernantes son responsables de defenderlas y evitar la inmigración ilegal que puede crear problemas de convivencia porque no puede acceder a un puesto de trabajo".

"No hablamos de raza o color. Lo que se ha entendido es que debe ser reglada y no permitir los efectos llamada que se ha generado con el buenismo de nuestros gobernantes", ha incidido.

Juan Miralles, presidente de la asociación de ayuda al inmigrante ''Almería Acoge'', insiste en declaraciones a Efe que no existe ni en El Ejido ni en otros municipios próximos "tal fricción o nivel de crispación". "El nivel de convivencia es mayor que el que transmiten discursos que se mantienen desde las tripas", ha señalado.

Aunque reconoce que es cierto que la inmigración "no se ha sabido gestionar de forma clara, valiente e inteligente", lamenta que sea la "cabeza de turco" cuando "en ningún sitio más que en El Ejido se puede identificar con oportunidades de riqueza y crecimiento".

"No reconocer la aportación de la mano de obra inmigrante para que El Ejido haya llegado hasta donde lo ha hecho, es un error", apostilla.

El presidente de la Federación de Regantes de Almería (Feral), José Antonio Fernández, ha dicho a título personal como agricultor y empresario de la zona, que le han sorprendido los resultados y coincide en que en el Poniente y en El Ejido en concreto "no existen problemas de inmigración".

Cree que atrás quedaron "épocas peores" y que el campo almeriense lo que quiere "es mano de obra legal, que es lo que precisamente tenemos". "En mi finca trabaja gente de Marruecos, de Mali, de Rumanía. No conozco a ningún agricultor, comunidad de regantes o cooperativa que tenga problemas con los inmigrantes", apunta.

Así, mantiene que estas personas conviven en los mismos barrios y edificios que el resto y cree que ha podido tener más peso por lo que le trasladan sus conocidos que "el PSOE a nivel nacional esté negociando con todos los independentistas". "Tal vez ha sido ese mensaje de unidad lo que ha podido provocar el voto", concluye.