Los alumnos de origen extranjero en España son los que registran la mayor tasa de abandono escolar temprano de la Unión Europea (UE), según un informe publicado hoy, que pasa revista a las políticas de los Estados miembros para facilitar la integración de los inmigrantes en los centros educativos.

El estudio, de la red de información sobre Educación en Europa (Eurydice), revela que en España la tasa de alumnos extranjeros que abandona la escuela de manera prematura está en el 31,9 %, frente al 15,6 % entre los estudiantes autóctonos.

El porcentaje es similar en Italia (30,1 % entre los extranjeros y 12 % entre los italianos), frente a países como Irlanda, Holanda o Luxemburgo, donde los alumnos de origen extranjero tienen los menores porcentajes de abandono escolar (4 %, 6,6 % y 8,2 %, respectivamente).

En términos generales, los países de la UE con mayor porcentaje de estudiantes extranjeros en las escuelas son Luxemburgo (45,8 % de foráneos), Chipre (21 %) y Austria (18,9 %), frente a Polonia (1,7 %), Bulgaria (2,1 %) y Rumanía (2,2 %).

En España el porcentaje de extranjeros en las escuelas se sitúa en el 12,9 %.

El estudio también señala que los estudiantes de origen extranjero tienen peores resultados académicos que los nacionales, con diferencias especialmente importantes en las asignaturas de ciencias en países como Suecia, Holanda, Francia, Dinamarca o Bélgica.

La segunda generación de extranjeros suele tener un mejor nivel en la escuela, aunque sigue siendo inferior a la de los estudiantes nacidos en el país.

Ello explica el abandono escolar temprano tan alto entre los extranjeros.

El informe hace un estudio comparativo de las políticas y medidas nacionales para mejorar la integración de los extranjeros en las escuelas, examinando aspectos como el acceso a la educación, el apoyo psicosocial o para el aprendizaje de los idiomas y la labor que asumen los profesores.

En particular analiza una decena de países, entre ellos España, y concluye que casi todos los sistemas educativos centran sus esfuerzos en dos frentes: la enseñanza del idioma y cultura nacionales y un enfoque completo en torno al alumno, que incluye asimismo las necesidades sociales y emocionales de los inmigrantes.

El comisario europeo de Educación, Tibor Navracsics, indicó en un comunicado que los alumnos de origen extranjero "afrontan importantes retos" y que la educación desempeña un papel fundamental para promover su integración y animarlos a ser "miembros activos" en las sociedades.

La UE dispone de diferentes herramientas para promover la integración de los estudiantes inmigrantes, con medidas como la cooperación entre responsables políticos y los actores educativos para compartir mejores prácticas, así como financiación a través del programa Erasmus+.