Los vientos fuertes del sur y suroeste que se esperan en el extremo norte peninsular amenazan con dificultar las tareas de extinción de los casi 60 fuegos que aún permanecen activos en Asturias y Cantabria, la mayoría provocados.

En declaraciones a Efe, Oriol Vilalta, director de la Fundación de Ecología del Fuego y Gestión de Incendios Pau Costa Alcubierre (FPC), ha explicado que "el viento del sur llega muy seco tras atravesar toda la península, lo que, unido a una vegetación congelada por el frío del invierno, hace el cóctel perfecto".

En Asturias, permanecen activos unos 40 fuegos repartidos en diecisiete municipios -Cangas de Onís, Lena, Llanes, Onís, Parres, Piloña, Salas y Valdés- frente a los 139 que se contabilizaron esta madrugada, según fuentes del Gobierno central y del Principado.

El consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, ha apelado a la responsabilidad ciudadana y ha recordado que quemar en estas condiciones "está absolutamente prohibido y es un delito".

Cantabria tiene cerca de una veintena de incendios activos, concretamente en los términos de Castro Urdiales, Villacarriedo, Puente Viesgo, San Pedro del Romeral, Bárcena Mayor, Rionansa y Tudanca.

El presidente regional, Miguel Ángel Revilla, ha hecho una llamada a todos los ciudadanos para que estén "vigilantes", ya que "vuelve a salir otra vez la gente a quemar, la situación es desesperada".

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha enviado hoy 7 medios aéreos y 5 Brigadas de especialistas en labores de extinción para apoyar al Principado de Asturias y las comunidades de Cantabria y Navarra en la lucha contra los incendios.

Su titular, Luis Planas, ha asegurado que el Ministerio está respondiendo a "todas" las solicitudes de apoyo por parte de las comunidades autónomas en "acción coordinada" con los propios medios autonómicos.

Mañana, la previsión meteorológica se complicará para el operativo de extinción, ya que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado el aviso amarillo por viento en Asturias, Cantabria y Navarra, donde el riesgo de incendio es muy elevado o extremo, según las fuentes.

Oriol Vilalta ha incidido en que "mientras no llueva y las condiciones no cambien, el escenario seguirá siendo el mismo, por lo que hay que trabajar para que este escenario sea distinto, es decir, en la prevención, y seleccionar los fuegos que necesitan mayor atención".

En su opinión, "el trabajo de prevención del monte debería hacerse todo el año y el trabajo de concienciación social debería desarrollarse durante los meses de febrero, marzo y abril para llegar a mayo, que es el punto mas alto, y que la gente incorpore en su día a día esta cultura del riesgo".

Además, la "falta de medios" está poniendo en riesgo la vida del personal dedicado a las labores de extinción de los incendios, que suponen "un grave desastre medioambiental en una época tan crítica para la reproducción de muchas especies", ha señalado el delegado de SEO/BirdLife en Asturias, Nicolás López.

En su opinión, tras las graves inundaciones del invierno en Asturias, "estos incendios suponen un riesgo aún mayor, ya que eliminan la vegetación que sujeta el suelo y frena la velocidad del agua y el aumento de caudal ante lluvias torrenciales".

Nicolás López ha reclamado "acabar con la impunidad" y ha pedido colaboración a la ciudadanía para esclarecer los hechos y determinar la responsabilidad legal, así como la creación de una mesa de diálogo para abordar el modelo de gestión de las áreas incendiadas.

Según las investigaciones de la Fiscalía y la Guardia Civil en las oleadas de incendios forestales más graves registradas en Asturias en los años 2015 y 2017, más del 80 por ciento de los fuegos fueron intencionados y existió una relación causal con la regeneración de pastos.

Oriol Vilalta ha lamentado la falta de un mando unificado en la coordinación contra el fuego, "y eso complica el intercambio de recursos entre comunidades, cada sistema tiene a alguien que les dirige, pero falta este paraguas de una gestión común de la gestión del incidente".

"Cada uno en su casa esta muy bien coordinado, se conoce muy bien con el vecino, pero el problema es que a nivel nacional y europeo las distintas estructuras de la gestión de emergencias son diferentes", ha señalado.