El presidente de la Generalitat, Quim Torra, anunció ayer que mantendrá el lazo amarillo en la fachada del Palau de la Generalitat y envió un escrito a la Junta Electoral Central (JEC) protestando por que se exija su retirada y solicitando se reconsidere la decisión.

También reivindicó que la ''estelada'' es un símbolo de un anhelo de libertad y una reivindicación "democrática, legítima, legal y no violenta" como consta en una resolución aprobada en el Parlament el 29 de enero de 2014, y añadió que retirarlas sería una censura del Estado a la libertad de expresión.

El presidente sostuvo que la decisión de la JEC contraviene esta resolución parlamentaria y es una "interpretación subjetiva que no se corresponde con la realidad ni con la voluntad popular expresada" por los representantes catalanes.

Torra se manifestó así después de que la JEC ordenara retirar los lazos amarillos y banderas independentistas alegando que son "símbolos partidistas utilizados por formaciones electorales concurrentes a las elecciones". Sobre la presencia de lazos amarillos en la Generalitat, argumentó que hay formaciones que "han realizado campañas públicas para fomentar e incentivar la retirada de estos símbolos de espacios públicos".