Los 80 trabajadores de la cooperativa Tarajal del Puerto de la Cruz se plantaron ayer por la mañana en la plaza de Europa en su primera jornada de huelga parcial para reivindicar el pago de dos meses de salario atrasados y de la deuda de 1,3 millones contraída por la entidad.

Los manifestantes insistieron en denunciar la circulación de supuestas listas negras de trabajadores con vistas a eventuales despidos por no ser afines al actual gobierno local de CC-PP, es decir, por ser cercanos al PSC-PSOE. En esa relación se incluía a nueve trabajadores en riesgo de perder sus empleos, pero se ha solicitado la intervención de la Inspección de Trabajo.

El tercer preaviso de huelga devino en el inicio de paros parciales, como el emprendido ayer, ante lo que consideran una situación insostenible para las casi cien familias cuyos recursos dependen de sus salarios.

El delegado del comité de empresa de la cooperativa Tarajal, Yeray Oramas, indicó que "nosotros reivindicamos el pago de las nóminas de enero y febrero, y que el ayuntamiento abone los 1,3 millones de euros pendientes".

En el caso de que no se resuelva la situación en el curso de esta semana, los trabajadores de la cooperativa Tarajal se declararán en huelga indefinida a partir del próximo lunes, día 15, con lo que se quedarían sin servicio de limpieza los centros escolares, edificios públicos municipales y el complejo turístico de Martiánez.

La administración local ofreció a un grupo de trabajadores que firmaran la baja voluntaria en la cooperativa para su integración en Pamarsa.

Los trabajadores de la cooperativa Tarajal permanecieron frente a las casas consistoriales desde las 11:00 hasta las 13:00 horas, en la que pidieron sensibilidad a los gestores municipales, en medio de un dispositivo de seguridad de las policías local y nacional.

Responsabilidades

El alcalde del Puerto de la Cruz, Marcos Brito, señaló, en relación con el conflicto planteado por los trabajadores de la cooperativa Tarajal, que "tales empleados no tienen relación laboral con el ayuntamiento. Quien no les paga es la cooperativa, que tiene unos beneficios por la prestación de servicios al municipio. No se puede pretender, en un momento de crisis, donde la tesorería se encuentra en una situación delicada, que nos saltemos a la torera todo, porque se nos ponen en la puerta del ayuntamiento a tocarnos el pito".

Brito pidió a los trabajadores que tocaran el pito en la sede de la cooperativa Tarajal y eludió toda responsabilidad en la situación creada en la citada sociedad cooperativa con la acumulación de una deuda de 1,3 millones de euros del gobierno anterior.

Indicó que "nosotros somos conscientes de la problemática de este colectivo y cada cual tiene que ser responsable de sus actos. Si esta empresa le cobra al ayuntamiento dos veces y medio más, un 150 por ciento por la prestación de unos servicios, deberá disponer de un margen como toda empresa para atender sus obligaciones mientras le pagan, para poder hacer lo propio. El plazo mínimo legal es de dos meses".

Brito recuerda que "la cooperativa no le hace el trabajo gratis al ayuntamiento, es la que contrata, y es la responsable de pagar puntualmente a sus empleados y no mandarlos contra el ayuntamiento".

El alcalde, no obstante, se mostró abierto a prestar cuanta ayuda fuera posible, pero con la condición de que cada cual debe asumir sus responsabilidades. "Este alcalde y este gobierno -dijo- procuran aconsejar bien dentro de sus conocimientos y en base a la legalidad, tanto a la cooperativa Tarajal como a los trabajadores, porque no cederemos a presiones".