La mayoritaria oposición en el Ayuntamiento de Santa Úrsula, formada ayer por siete ediles de AISU -Ricardo García no asistió a la sesión- y los seis ediles del PP que abandonaron el grupo de gobierno, volvió a imponer su mayoría y obligó a los tres miembros del reducido gobierno PP-PSC a dejar sobre la mesa la aprobación provisional del Plan General de Ordenación (PGO).

AISU y los ediles rebeldes del PP coincidieron en argumentar que no habían tenido tiempo de estudiar en profundidad el documento del PGO y plantearon a la alcaldesa, Milagros Pérez (PP), que retirara la propuesta de aprobación para no tener que votar en contra.

La oposición mostró dudas respecto al nuevo PGO y solicitó más tiempo para analizarlo con detalle.

La alcaldesa y el edil de Urbanismo, Víctor Hernández Barroso (PSC), defendieron la necesidad de aprobarlo ayer para que pudiera ponerse en exposición pública durante 60 días y los vecinos tuvieran la oportunidad de conocerlo lo antes posible. Además, recalcaron que la oposición pudo asistir a una "larga" reunión informativa con el equipo redactor "a principios de diciembre".

Juan Jorge Afonso (PP) respondió que "nadie discute que se trata de un documento de vital importancia, pero tenemos que tenerlo claro antes de votar". En la misma línea, Juan Acosta, portavoz de AISU, insistió en que "sería una irresponsabilidad aprobar un Plan General de Ordenación que aún no hemos podido analizar en profundidad".

El grupo de gobierno PP-PSC emitió tras el pleno un comunicado en el que acusaron a la oposición de "cometer un acto de irresponsabilidad", ya que, según sostienen, "con su posición en el pleno niegan la posibilidad a los vecinos afectados por el PGO de presentar las pertinentes alegaciones para que el documento recoja sus opiniones y necesidades, impidiéndoles pelear por lo que ellos consideran justo".

El grupo de gobierno de Santa Úrsula considera "irresponsable que aleguen como justificación que han tenido poco tiempo para estudiarlo, máxime cuando AISU fue en el pasado responsable de la encomienda del PGO a este mismo equipo redactor y conoce mejor que nadie el documento que se quería aprobar en el pleno".

La sesión de ayer, que duró unas tres horas, contó de nuevo con la asistencia de numeroso público, aunque menos que en convocatorias anteriores. Salvo algunos comentarios aislados, el pleno transcurrió con normalidad, sin pancartas, interrupciones, aplausos ni abucheos. Un cambio notable tras varios meses de crispación.