En las últimas semanas el Cabildo de Tenerife sustituyó la valla de seguridad metálica de la carretera general TF-217, en el tramo comprendido entre el enlace de la autopista TF-5 y la intersección con la calle Canales, "provocando con dichos trabajos un estrechamiento del paseo peatonal que discurre paralelo a la vía, un sendero que el Ayuntamiento matancero se había esforzado en acondicionar buscando garantizar con ello la seguridad de los vecinos".

El gobierno municipal muestra su disconformidad con esta actuación, "máxime teniendo en cuenta que el consistorio ejecutó, con recursos propios, ese paseo ganándole el máximo de espacio para que fuese accesible y transitable por personas con movilidad reducida y carritos de niños", por ejemplo.

Desde el ayuntamiento se insistirá para que la situación no tenga continuidad en próximos trabajos, instando a la Administración insular a que mejore las vallas, pero respetando el ancho con el que está dotado el paseo.