El Sauzal volvió a homenajear este viernes, con un sencillo acto en el mirador de Las Breñas, a los pescadores que intervinieron en el rescate de 25 de las 26 personas que viajaban a bordo del avión DC-3 de Spantax que volaba hacia la Isla de La Palma y tuvo que realizar un amerizaje de emergencia frente a la costa de El Puertito, el 16 de septiembre de 1966. Poco después de las ocho y media de la mañana, a la misma hora del mismo día que hace 50 años, rescatadores y supervivientes volvieron a encontrarse. La mañana en la que, según palabras de Jesús Martínez, uno de los buzos que trabajó en la localización del avión, "alguien les echó una mano en el cielo y otra en el mar".

El alcalde sauzalero, Mariano Pérez (CC), acompañado por varios miembros de la corporación local, quiso destacar "la gran labor que realizaron los héroes de El Puertito". Un gesto de humanidad y solidaridad que permitió salvar la vida de 25 de las 26 personas que viajaban a bordo de aquel DC-3 que aún reposa en el fondo del mar. El único fallecido sufrió un ataque de pánico y se hundió en el mar aferrado a la puerta del aparato.

La gesta de estos pescadores estuvo olvidada durante más de 40 años. El reconocimiento público a su providencial actuación tardó décadas en llegar. EL DÍA los recordó en el año 2009, y en 2013 recibieron un primer homenaje institucional y público, que se repitió y mejoró en septiembre de 2014, cuando el Ayuntamientos sauzalero inauguró la escultura que recuerda su intervención en el mirador de Las Breñas, justo enfrente de la zona donde se produjo el amerizaje. Entonces se organizó una exposición y se estrenó la película documental "El vuelo que nunca regresó", que narra su historia.

El viernes se cumplió medio siglo de aquella ajetreada mañana, en la que un grupo de pescadores se convirtieron en improvisados rescatadores, pese a que muchos no sabían ni siquiera nadar. Varios de aquellos pescadores se reencontraron con dos de los supervivientes, Digna Rodríguez y Julio Báez, y volvieron a compartir recuerdos. Pese al susto, Rodríguez y Báez señalaron que han vuelto a volar muchas veces en avión. "Ese día me subí a un helicóptero para volver al aeropuerto, aunque tardé cuatro años en volver a un avión", explicó Báez.

Ambos insistieron en agradecer a los pescadores que les hayan permitido vivir para contarlo, y reivindicaron su papel como héroes de la historia, junto al piloto y el copiloto, "pese a que durante años se quiso tapar su intervención", lamentó Báez.

Los pescadores ya gozan del reconocimiento público por ser, según destacó el alcalde, "ejemplo de valentía y generosidad con este rescate heroico, un gesto altruista y admirable capaz de renovar nuestra confianza en la grandeza del ser humano".

testimonios

Digna Rodríguez

Superviviente

"Nunca pensé que pudiera morir"

Digna era sólo una niña cuando el avión que la llevaba a La Palma amerizó: "No me di cuenta de la gravedad del asunto. Nunca pensé que me pudiera morir. Lo único que se me quedó grabado fue el ruido del avión al chocar con el agua. Luego, en el rescate, mi preocupación fue no perder el bolso ni los zapatos".