La Casa Grande, ubicada en el barrio ramblero de Las Rosas, se convertirá "a partir de 2018" en un centro de estudio, formación e investigación agrícola, según anuncia a EL DÍA la alcaldesa, Fidela Velázquez (PSOE). El ayuntamiento se encarga en la actualidad de la primera fase de la rehabilitación de esta casona.

El Ayuntamiento de San Juan de la Rambla y el Cabildo de Tenerife invertirán 700.000 euros en la rehabilitación de la Casa Grande, una de las últimas casonas antiguas que se conservan en las medianías de la localidad. La Administración insular, que es propietaria de este inmueble, aportará el 90% de los fondos, mientras que el consistorio se hará cargo del 10% restante. La intención del Cabildo es ceder la gestión del inmueble al consistorio.

Velázquez detalla que en la actualidad los trabajos e centran en evaluar el estado de la edificación, realizar un inventario de materiales y elementos necesarios para la rehabilitación, y apuntalar la estructura "para que trabajar allí sea seguro".

Pese al abandono sufrido por esta casona durante años, Velázquez subraya que el estado de la estructura "es mejor del que esperábamos. No está tan mal".

La intención del consistorio es concluir la segunda fase de las obras en 2018 para que esta casona "se ponga a disposición de la ciudadanía".

El proyecto definitivo aún está en fase de redacción, pero la intención municipal es que la casa cuente con elementos modulares que permitan dividir el espacio "según las necesidades", y ofrecer la alternativa de que exista un espacio diáfano, "como un pequeño salón de actos".

"Queremos que los vecinos puedan volver a utilizar la Casa Grande para celebrar reuniones o participar en cursos y darle, sobre todo, utilidad como centro de estudio, debate, formación e investigación agrícola", avanza Velázquez.

La Casa Grande contará con una programación anual de cursos, talleres y jornadas vinculadas con la actividad del sector primario, "que es precisamente su origen", recuerda la alcaldesa.

La restauración de esta casona era una vieja demanda del municipio desde hace más de una década. La Casa Grande pertenece al Cabildo, pero en los últimos años prácticamente no se ha invertido nada para evitar el progresivo deterioro de un inmueble que, ya sin cubierta, amenazaba ruina.

Sin techo desde 2008

La actual alcaldesa ramblera, Fidela Velázquez (PSOE), ha reclamado durante años una intervención que, por fin, se ha hecho realidad. En 2008 se derrumbó el techo de este inmueble y, Velázquez, que en aquel entonces estaba en la oposición, pidió sin éxito que se actuara. En 2010 alertó de los robos de elementos de piedra de gran valor patrimonial y en 2011, ya como alcaldesa, presentó un informe técnico para justificar ante el Cabildo la necesidad de actuar. En 2015 y 2016 volvió a solicitar, sin éxito, una rehabilitación que sí ha comenzado en 2017.