Andeni Canarias inició hace ya dos décadas una conexión directa entre La Orotava y la República Popular China. Este colectivo, con sede en la Villa, ha gestionado en 21 años la adopción de 350 niñas y niños (apenas el 10% son varones) nacidos en el país asiático, y convertidos ya en 350 canarios más.

El villero Santiago Rodríguez Delgado es vicepresidente nacional de Andeni y presidente de la entidad en Canarias. Su hija llegó de China, con apenas un año, y ya ha cumplido los 21.

"Las adopciones en China han cambiado mucho en los últimos años. Las facilidades que existían ya han terminado y en la actualidad está cerrada la adopción de niños sanos. Ahora mismo solo es posible iniciar una adopción de menores con alguna enfermedad o discapacidad", explica Rodríguez.

"El proceso es ahora largo y lento. Requiere casi diez años de espera -lamenta Rodríguez-. Desde 2016 no se aceptan nuevas solicitudes, pero sí peleamos para que los expedientes pendientes de asignación sigan su curso. En Canarias aún tenemos a 39 familias esperando por su hijo o hija de China, y en algunos casos empezaron el trámite en 2007".

Pese a las dificultades, Andeni mantiene una muy buena relación con el Gobierno chino. "El embajador de China en Madrid acude siempre a nuestro congreso nacional, ya que durante nuestra trayectoria hemos realizado bastantes obras solidarias en el país, como colegios y orfanatos. En la actualidad, ya no tenemos proyectos en China por falta de fondos, pero sí colaboramos con ONG locales como Crevo o Cáritas", explica Rodríguez.

Lo que no pierde Andeni es su conexión con China. Una manera de preservar la identidad de las niñas y niños adoptados. Un total de 34 menores acuden a clases de chino; cada año se celebra el año nuevo chino, y nunca pierden la oportunidad de explicar a los menores aspectos interesantes de su país y cultura de origen.

Pese a este interés por no olvidar sus raíces, Rodríguez destaca que las niñas y los niños adoptados se sienten "de aquí" y "no tienen problemas de identidad". Santiago Rodríguez recuerda que su hija suele decirle: "Nací en China, pero soy canaria y española. Volveré a China, pero solo para hacer turismo y algunas compras".

Aquella primera generación de niñas adoptadas en el gigante asiático ya supera la mayoría de edad: "Hay una chica de 25 años, que llegó aquí con 7, pero también hay un grupo de cinco niñas que llegó con menos de dos años y ahora tienen entre 20 y 22 años".

Andeni Canarias celebró el pasado domingo 26 de noviembre su tradicional almuerzo-convivencia anual, en el que se reunieron en Pinolere cerca de un centenar de personas.