La Plataforma Yo También Vivo en el 102 organiza los próximos días 13 y 14 un rastro con muebles y enseres de la antigua casa del matrimonio de octogenarios Antonio Méndez y Berta Ferreiro, entregada en propiedad a un vecino tras un controvertido proceso judicial. Este colectivo de Tacoronte señala que el objetivo de este rastro es ayudar económicamente a esta pareja mediante la venta de puertas, lámparas, camas, armarios, mesas, adornos, sillas, estanterías, espejos y otros muebles que se sacaron del 102 de la calle Ismael Domínguez el día del desalojo de los ancianos, en septiembre de 2014, y que desde entonces están almacenados en el garaje de una vecina.

Antonio y Berta, que en la actualidad residen en una casa contigua al 102, no pudieron trasladar a su nuevo hogar muchos de los muebles que tenían en su antigua casa, debido a que tiene unas dimensiones más reducidas.

Fuentes de la plataforma tacorontera han indicado a EL DÍA que el matrimonio tiene unos ingresos modestos y que lo obtenido por la venta de estos muebles y enseres "les servirá como ayuda para seguir escapando".

Además, tres años y cuatro meses después del desalojo, la plataforma también considera que "ya es hora de dejar libre el salón de la vecina que, de forma desinteresada, prestó su propiedad para guardar lo que les quedaba a Antonio y Berta de su antigua casa".

El rastro estará abierto, de 11:00 a 14:00 horas, el sábado 13 y el domingo 14, en la esquina de la calle Ismael Domínguez con la calle El Marañón.

Su antigua casa continúa tapiada e inmersa en un conflicto con el registro de la propiedad que, por ahora, impide su venta.