La exalcaldesa y edil de Gestión Económica y Sociocultural del Puerto de la Cruz, Sandra Rodríguez (CC), compite hoy con su compañero de gobierno Juan Carlos Marrero (CC) por ser candidata nacionalista a la Alcaldía en 2019. Antes de la asamblea donde los militantes deciden quién será cabeza de cartel, Rodríguez asegura a EL DÍA que su trabajo municipal es su mejor carta de presentación: "Mi gestión avala mi candidatura".

¿Qué destacaría de su gestión?

Lo más relevante ha sido lograr el saneamiento económico del ayuntamiento, el pago de la deuda y salir del plan de ajuste cinco años antes de lo previsto. Eso es un ejemplo de gestión en toda Canarias. No creo que haya ningún otro municipio que haya superado así una situación tan complicada. Conseguimos salir del plan de ajuste para devolver a los ciudadanos parte de su esfuerzo. Y partíamos de un escenario muy difícil. En 2012 había casi 60 millones de euros de deuda, remanente de tesorería de 17 millones en negativo, adelantos de los bancos por valor de 11 millones... Ahora la deuda es cero, no hay ni un euro de adelantos de los bancos y el remanente es de 17 millones en positivo. La gestión económica nos permite ahora recuperar subvenciones, ayudas y bonificaciones; bajar impuestos, trabajar por el bienestar social, invertir más, bajar impuestos o mejorar los discutidos servicios municipales.

¿Los servicios municipales han sido los grandes perjudicados?

Hemos recibido muchas críticas, pero ahora hemos podido mejorar el presupuesto para parques y jardines; mantenimiento de vías, que crece un millón, o recogida de basuras, que dispone de 800.000 euros más. Y eso significará devolver al ciudadano la calidad de unos servicios que sufrieron grandes recortes.

¿Considera que ha pagado políticamente el coste de los recortes y no ha recogido los beneficios del saneamiento económico?

En esta sociedad nos quedamos más con lo negativo. He sido edil de Hacienda y me tenían marcada como la señora de los recortes, la bruja mala de la película, que venía a reducir gastos y subir impuestos. Es así. De 2012 para acá me tocó jugar ese papel y lo hice con responsabilidad, seriedad, rigor y lealtad porque estaba convencida de que era la única manera de sanear el municipio. Ahora esa bruja mala ya no lo es. Ahora hay recursos y puedo otorgar inversión. Siento que la gente empieza a darse cuenta de la importancia del saneamiento económico, de lo que significa pagar la deuda y salir del plan de ajuste. En la calle me lo transmiten. Comienza a valorarse que era imprescindible resolver ese problema histórico.

Tuvo sobre la mesa propuestas para cerrar la UPM, la escuela de música o el museo arqueológico, ¿por qué no se concretaron?

Se plantearon medidas muy duras, pero con actuaciones complementarias, como los recortes en servicios, logramos evitarlas.

¿La cultura notó los recortes?

Estoy orgullosa de mi gestión en Cultura, porque, pese a las dificultades, hemos conseguido mantener lo que estaba y que festivales como Mueca estén ya en el segundo puesto de los festivales internacionales más importantes del Archipiélago, con la mejor programación de su historia. Siempre he tenido clara la importancia de la cultura como una seña de identidad que debíamos poner en valor. Eso se hizo con Mueca, Periplo, Phe, Street Art o el festival de Jazz. Tengo clarísimo que la cultura es muy importante para el turismo. Y que la cultura es capaz de transformar a las personas y que solo transformando a las personas podemos tener una sociedad mejor.

¿Se ha planteado retirar su candidatura a encabezar la lista de CC en mayo de 2019?

No, yo sigo adelante. Creo que mi gestión avala mi candidatura. Cuento con el apoyo de afiliados que quieren que continúe. Espero que hablen y elijan al candidato o candidata que estimen más oportuno. Cerrando filas luego y sin olvidar lo más importante: que este proyecto político es de todos.

¿Le preocupa que la asamblea de hoy genere división en CC?

Sí, me preocupa que de esa asamblea no salga la unidad de CC, como debe ser. Yo creo en este proyecto político y he trabajado por él. Creo que es necesario para el Puerto de la Cruz y la historia está ahí. Pase lo que pase, haré un llamamiento a la unidad, por el bien de CC.

Después de tanta polémica, ¿se arrepiente de alguna decisión tomada respecto al Lago?

Todo lo que hice se ha basado en informes técnicos y de gestión. Interesadamente se ha querido perder de vista que llevo más de un año y medio trabajando para lograr la prórroga de la concesión administrativa del Lago, que se vence en julio. La hemos presentado y ha sido un trabajo muy intenso. A Costas le hemos dicho que vamos a invertir allí 4,2 millones y que el canon anual no puede superar los 200.000 euros.

¿Considera que con usted se han traspasado algunas líneas rojas respecto al Lago y la asamblea de hoy?

En mi opinión, sí. Creo que no todo vale en política. Cuando se rozan temas que entran en la vida personal, eso está fuera de lugar. Para mí y para todos. El debate debe ser serio y limpio, de gestión, sin entrar en lo que no corresponde.

¿Qué cree que aportaría si fuera la candidata de CC en 2019?

Creo que hay una nueva forma de hacer política, donde la participación de los ciudadanos lo llene todo. Que los portuenses participen en la toma de decisiones, que no solo les demos proyectos hechos. Esa forma de trabajar ha dado muy buenos resultados en Cultura y debe extenderse al resto de áreas. El empoderamiento ciudadano ante todo. Que el vecino sea corresponsable de las decisiones. Y creo que ahí difiero bastante con mi compañero (Juan Carlos Marrero), por su forma de entender el trabajo. Además, haber sido alcaldesa durante siete meses y, antes, mano derecha de Marcos Brito, me permitió conocer muy bien este ayuntamiento.