Las obras en el Puerto de la Cruz suelen convertirse en una carrera de obstáculos y el Centro Insular de Natación, el moderno complejo de piscinas concebido por el Cabildo de Tenerife para sustituir la vieja piscina municipal, no ha sido la excepción. Tras el cierre repentino de la instalación, en diciembre de 2015, el Cabildo y el ayuntamiento portuense trabajan desde hace tres años en un proyecto que ya está terminado y cuenta con una financiación de 11,6 millones de euros en el presupuesto insular. Cuando la licitación parecía más cerca, una discrepancia urbanística vuelve a retrasar el inicio de la obra.

El edil de Urbanismo del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, Juan Carlos Marrero (CC), explica a EL DÍA que el retraso en la aprobación del llamado Plan de Modernización y Mejora I Bis, que debe dar cobertura legal total al proyecto del Centro Insular de Natación, "ha generado dudas entre los técnicos respecto a la autorización de la nueva grada, que se considera una altura más".

Tras un cruce de informes y propuestas entre el Ayuntamiento portuense y el Cabildo de Tenerife, Marrero confía en que "los técnicos insulares planteen pronto una solución" para este escollo que bloquea una inversión de 11,6 millones.

"El Plan General de Ordenación (PGO) remitía la ordenación de las parcelas de la piscina a un plan especial del puerto deportivo que no existe, por lo que se apostó por modificar el PMM I, el llamado PMM I Bis, para acabar con ese reparo que habían puesto los técnicos sólo por la altura de la grada", detalla el edil.

"El Ayuntamiento del Puerto de la Cruz ha dado el visto bueno al proyecto, pese a ese reparo por la altura. Y se ha hecho así porque consideramos que quedará automáticamente corregido cuando entre en vigor el PMM I Bis, que será antes de que termine la obra -añade Marrero-. Pero los técnicos del Cabildo no lo ven igual y, de acuerdo con la Ley del Suelo, deben ser ellos, como administración superior, los que resuelvan esta discrepancia entre administraciones".

Marrero insiste en que esa discrepancia técnica "no existirá cuando la obra esté terminada, pero esperamos que los técnicos encuentren la solución lo antes posible para que puedan comenzar los trabajos".

Respecto a las críticas que ha recibido el Centro Insular de Natación por la desaparición de la piscina municipal, Marrero lamentó que "alguien sea capaz de criticar que este ayuntamiento haya conseguido que el Cabildo invierta 11,6 millones de euros en una instalación de referencia insular, y se atreva a defender que hubiera sido mejor opción entrar en un Plan Insular de Piscinas para tener algo de menor categoría que, además, requeriría una importantísima inversión de fondos municipales".