Anticimex, empresa multinacional sueca dedicada al control de plagas, defiende el uso del hexaflumurón para acabar con la plaga de termitas invasoras que afecta a la zona baja de Tacoronte y otras dos zonas de la Isla. Anticimex asegura que en 2010 abordaron los primeros casos de termitas, que, en Tacoronte, mostraron "resistencia a los tratamientos habituales", lo que llevó a la compañía a realizar un estudio genético que determinó que era una especie invasora: la reticulitermis flavipes.

"Los tratamientos que funcionan con otras especies de termitas no son eficaces con esta, por lo que, durante años, Anticimex se ha dedicado a estudiar y analizar en su propio laboratorio el comportamiento y la forma de propagarse de estas termitas con el objetivo de encontrar la mejor solución y protocolo para su control y eliminación. Estos estudios concluyeron que la única molécula adecuada para su tratamiento es el hexaflumurón, que Anticimex ha aplicado con éxito en más de cien propiedades en Tacoronte", aseguran.

"El problema actual para el control de esta plaga es que solo se han tratado las viviendas afectadas y no se ha intervenido de forma global, por este motivo esta plaga se está expandiendo", señala David Mora, jefe técnico nacional de Anticimex.

Para poder controlar la plaga, Anticimex recomienda el uso de hexaflumurón, un producto inhibidor del crecimiento de estos insectos. Junto con una celulosa de alta densidad, se introduce dentro de unas estaciones de control que actúan de cebo. La termita detecta la celulosa y la consume sin percatarse del producto químico. Al ingerirlo, las termitas se van debilitando de forma progresiva, lo que afecta a toda la colonia. Según Anticimex, "es un sistema inocuo para el ser humano o animales".

"Los tratamientos con hexaflumurón han demostrado ser altamente eficaces para combatir esta termita en Tacoronte, Francia, Chile o EEUU", afirma Mora.