La plaga de termitas invasoras Reticulitermes flavipes, que tiene su particular zona cero en la zona baja de Tacoronte, supone una grave amenaza para la agricultura, el patrimonio, la biodiversidad y los bienes públicos y privados de Tenerife. Su presencia y voracidad preocupan a vecinos y administraciones públicas, por lo que se hace necesario actuar para tratar de erradicarlas lo antes posible. Será una labor de años, con un alto coste económico, que tendrán que desarrollar empresas de control de plagas con termiticidas autorizados. Está en juego uno de los mayores contratos de erradicación de plagas de la historia en Canarias, al que se sumaría un número importante de contratos de particulares afectados, así como un gran consumo de portacebos y cebos con productos insecticidas adecuados para eliminar estas termitas subterráneas. Enormes beneficios potenciales que ya han desatado una guerra empresarial con el tipo de tratamiento como detonante.

La empresa Apinsa, contratada por el Ayuntamiento de Tacoronte para colaborar en el diagnóstico de la situación real de la plaga e iniciar la instalación de cebos, ya dejó claro el pasado 13 de febrero su malestar por comentarios que, incluso en el Pleno de Tacoronte, ponían en duda su capacidad para actuar contra la plaga.

El responsable del área de tratamiento de la madera de la empresa, José Manuel Hernández Pérez, recalcó en la rueda de prensa de presentación de las primeras medidas tomadas por el Consistorio tacorontero, e insistió ayer en declaraciones a El Día que Apinsa es una empresa "plenamente autorizada y capacitada para realizar este tipo de intervenciones".

El malestar creado en Apinsa, una empresa con más de 50 años de experiencia en control de plagas, por las críticas de algunos partidos políticos de la oposición se transformó en indignación el pasado sábado. La multinacional sueca Anticimex emitió ese día un polémico comunicado en el que aseguró que el "hexaflumurón es la única solución eficaz contra la plaga de termita americana que asola Tenerife". Un día antes, el jefe técnico nacional de Anticimex, David Mora, había publicado en su web (www.expertoentermitas.org) un artículo en el que afirmaba que "en la zona afectada se han utilizado las dos materias activas registradas en España, el hexaflumurón y el diflubenzurón, por lo que se ha podido constatar la falta de eficacia del diflubenzurón frente a este tipo de termita, después de varios años de tratamiento sin alcanzar la eliminación de la colonia de termitas en la calle Prismar. Es por este motivo que publicaciones científicas desaconsejan el uso del diflubenzuron al 0,25% frente a la Reticulitermes flavipes".

Unas afirmaciones que han indignado a Apinsa y también al laboratorio Química de Munguía S.A. (www.quimunsa.com), que produce el termiticida con diflubenzurón que ha decidido utilizar Apinsa "en base a unos criterios técnicos muy claros, que tienen que ver con la persistencia en el medio y la capacidad de ser acumulados por organismos vivos", recalca Hernández.

Química de Munguía S.A. contraatacó ayer y aseguró a El Día que "decir que únicamente la molécula hexaflumurón es eficaz contra este tipo de termitas que afectan a Tacoronte y que otros productos químicos no funcionan es falso, muy osado y partidista".

"Existen estudios de eficacia probados para el tratamiento de este tipo de termitas que indican que el diflubenzurón funciona perfectamente", añade Quimunsa.

Este fabricante y Apinsa coinciden en que "la molécula hexaflumurón tiene una muy alta persistencia en el medio, de aproximadamente 280 días, y es muy bioacumulable, por lo que tarda unos 5.600 días en desaparecer de organismos vivos".

"Si se compara con el diflubenzurón, el hexaflumurón es mucho más agresivo desde un punto de vista medioambiental, con una persistencia 40 veces mayor y una bioaculumación 17 veces mayor. Además, su toxicidad es 14 veces mayor, aunque ambos entran en la categoría de tóxicos", explican.

Hernández opina que hay que tener en cuenta estos parámetros antes de emprender una actuación a gran escala en una gran área como la afectada por la Reticulitermes flavipes: "Hablamos de zonas cultivadas y habitadas, y los efectos a largo plazo no están claros".

Podemos exige medidas

El portavoz de Podemos en el Cabildo de Tenerife, Fernando Sabaté, advirtió al gobierno insular durante la última comisión de Sostenibilidad y Medio Ambiente que "la lenta capacidad de reacción que están demostrando esta administración y el Gobierno canario frente a la voraz plaga de termitas invasoras está contribuyendo no solo a su propagación por esta Isla sino que, además, cada día que pasa aumenta el riesgo de que Tenerife contagie esta plaga a otras islas del Archipiélago, a la Península e incluso a otros territorios europeos". Sabaté recuerda que en la parte de la Isla afectada por la plaga de termitas "hay localizadas varias empresas que comercializan plantas dentro y fuera de esta Isla", e insta a "las consejerías de Agricultura insular y autonómica a contactar de forma urgente con esas empresas para establecer protocolos preventivos para garantizar que Tenerife no propague la plaga".