Diez años y dos meses después de un milagroso accidente aéreo, que se saldó sin víctimas mortales en las cumbres de La Orotava, la avioneta Piper PA-28 con matrícula EC-DSD emprendió su último vuelo hacia un desgüace de Güímar. El Real Aeroclub de Tenerife (RAT), que era la entidad propietaria de la aeronave, asumió el coste y la organización de la retirada, con ayuda de un helicóptero, de los restos del fuselaje de una avioneta que se había convertido en un reclamo para senderistas.

Durante los últimos diez años, llegar a la avioneta siniestrada cerca de la montaña de La Crucita y el roque Jilargo era una excursión relativamente popular, pero no exenta de riesgos. La llegada de curiosos y expoliadores hizo desaparecer buena parte de los restos antes de que un helicóptero acabara el trabajo este jueves.

La Agencia Canaria de Protección del Medio Natural recibió en julio de 2010 una denuncia de agentes de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife por la presencia en la zona de los restos de la avioneta. Tras la apertura de un expediente y varios años de discrepancias entre el Aeroclub, la aseguradora de la aeronave y las autoridades medioambientales, la EC-DSD ya no está entre los pinos.

Inicialmente se abogó por dejar los restos de la avioneta en la cumbre, debido a lo arriesgado de una operación aérea en la zona. En abril de 2013, desde el Cabildo insular de Tenerife y el Ayuntamiento de La Orotava se aseguró a El Día que no tenían previsto "retirar ni solicitar la retirada de los restos de este avión, por su alto coste y la peligrosidad de la actuación".

Sin embargo, una década después del accidente, el Real Aeroclub de Tenerife contrató a una empresa especializada para retirar los 800 kilos de restos de fuselaje que quedaban en la zona. Un equipo de tierra se encargó de preparar la cabina y las alas para su extracción en helicóptero. Fue una operación compleja, por la orografía del terreno, que se completó en la tarde del pasado jueves, según relataron a El Día fuentes del RAT.

Esta entidad solicita que no se siga acudiendo a la zona, donde ya no hay restos de la aeronave, por el riesgo de accidentes.

La avioneta EC-DSD se estrelló en esta parte de las cumbres de La Orotava el 25 de enero de 2009. La principal hipótesis que se ha barajado es una probable desorientación del piloto, que no recuerda nada del siniestro y siguió volando tras recuperarse de las fracturas y heridas que sufrió aquel día.

Trató de cruzar al Sur de Tenerife, se desorientó dentro de las nubes y chocó contra la ladera. Afortunadamente, las alas golpearon primero los pinos, amortiguando el impacto, y las tres personas que viajaban a bordo salvaron la vida.

Una difícil operación de carga con helicóptero

La difícil y arriesgada operación de carga y retirada de los restos de la avioneta EC-DSD se realizó con ayuda de un helicóptero, pasadas las 17:30 horas del jueves 21 de marzo. En apenas 60 minutos, el helicóptero pudo sacar de una escarpada ladera alrededor de 800 kilos de fuselaje./ EL DÍA