El Ayuntamiento del Puerto de la Cruz y la empresa canaria Tagua, especializada en la gestión del ciclo integral del agua, desarrollan desde hace cuatro meses un proyecto piloto que ofrece "resultados sumamente esperanzadores" para acabar con el histórico exceso de nitratos en el agua del acuífero de la zona costera del Valle de La Orotava, del que se abastece buena parte de la ciudad turística. El edil de Servicios del municipio, Ángel Montañés (PP), detalla a El Día que las pruebas realizadas en los últimos meses con "una tecnología vanguardista de electroabsorción, que no utiliza productos químicos, han posibilitado una reducción radical de los niveles de nitratos en el agua".

Según insiste Montañés, "esta experiencia piloto impulsada por el Ayuntamiento portuense para mejorar la calidad del agua de abastecimiento ha arrojado sus primeros resultados, que son muy esperanzadores ante el reto de resolver la problemática que supone la concentración de nitratos en el agua de abasto público".

El concejal agradece el trabajo realizado por la empresa Tagua, que "ha afrontado el reto de encontrar una solución a ese pequeño problema endémico, que supone la aparición en el agua de consumo del ión nitrato, que hace que el abastecimiento de agua, que es el recurso esencial para la vida, no sea adecuado para niños de menos de tres meses ni mujeres embarazadas".

"Tras cuatro meses de pruebas, la reducción de la concentración de nitratos ha sido radical, reduciéndola a niveles que cumplen de manera holgada la norma sanitaria aplicable al agua de consumo humano, convirtiendo así el agua del Puerto de la Cruz en un producto de excelente calidad y, lo que es más importante, apto para el consumo de toda la población", remarca Montañés.

Tagua ha puesto en marcha en esta primera fase una pequeña planta piloto de tratamiento mediante la citada tecnología de electroabsorción, "que como característica principal cuenta con un bajísimo consumo energético por metro cúbico tratado y no emplea productos químicos en su proceso -explica Montañés-, lo que le confiere la característica de ser también una tecnología completamente respetuosa con el medio ambiente".

Una vez validados los resultados de esta primera piloto a pequeña escala, la siguiente fase, que ya se ha puesto en marcha, es "su aplicación en campo con un caudal de aporte y tratamiento en continúo, lo que permitirá validar los resultados en la práctica y estudiar el rendimiento real de la tecnología utilizada, a los efectos de estudiar la viabilidad de su uso a gran escala", añade.

Si esta tecnología, cuyo coste es asumible para el Ayuntamiento portuense, demuestra su utilidad a mayor escala, podría convertirse a corto o medio plazo en la solución definitiva al histórico problema del exceso de nitratos en el agua de parte del casco, Punta Brava, la urbanización Guacimara y El Esquilón.

Salud Pública también mantiene una restricción en el consumo de agua por exceso de nitratos en Tasártico, en La Aldea de San Nicolás (Gran Canaria).

El consejero de Aguas del Cabildo de Tenerife, Manuel Martínez (PSOE), anunció en enero de este año que la obra para mejorar la calidad del agua en la comarca de Acentejo estaba cerca de finalizar y que, tras las primeras pruebas de funcionamiento realizadas, el Consejo Insular de Aguas de Tenerife (CIATF) daba ya por solucionado el problema del flúor para "casi el 90% de la población" de esta comarca. Según vaticinaba Martínez hace dos meses y medio, las restricciones sanitarias en el consumo de agua de abasto público, decretadas por el Gobierno de Canarias, desaparecerían "en breve" para la inmensa mayoría de los vecinos de El Sauzal, La Victoria y La Matanza de Acentejo.

El alcalde sauzalero, Mariano Pérez (CC), no es tan optimista como Martínez, pero sí espera poner fin a este problema en agosto de este mismo año.

De momento, las restricciones por exceso de flúor en el agua se mantienen para los menores de 8 años en La Matanza y zonas de El Sauzal, La Victoria, Icod de los Vinos y San Juan de la Rambla. En el caso de San José de los Llanos, en El Tanque, y el barrio de La Florida, en Icod, la restricción afecta a la población de todas las edades.