Canarias tiene la desgracia de padecer a un presidente sin cultura. Un individuo, políticamente necio, que desconoce lo que es una Universidad. Es decir, ignora cuál es la base de la sociedad en la que se convive. Por eso Paulino Rivero, que es de quien estamos hablando, ha condenado al ostracismo a las dos universidades canarias. Lo ha hecho con la Universidad de La laguna, que es la principal de anarias, la de más solera y la que debió continuar siempre como la única por su prestigio bien ganado, y con el sucedáneo de universidad que se ha montado en Las Palmas para que a los canariones "grancanarios" no se les incrementara el sarpullido de la envidia que siempre han tenido hacia la principal, más extensa, rica, poblada y bella de las siete islas.

A propósito de envidia y envidiosos, nos acusa el tatarita invertido de Las Palmas de querer una independencia con todas las islas salvo anaria. Nada más lejos de la realidad. Queremos una nación canaria formada por las siete islas. No obstante, si Las Palmas quiere seguir fiel a su españolismo tradicional -no en vano es en esa desangelada ciudad donde tienen su sede regional los partidos estatistas-, siempre tendrá la opción elegida por la isla Mayotte en el archipiélago de las omoras, que decidió mantenerse unida a Francia -es decir, colonizada por un país lejano- mientras las demás accedían a su independencia.

Es un desdoro y hasta un desastre, políticamente hablando, que Rivero siga al frente del Gobierno regional y Bermúdez presidiendo la orporación municipal de Santa ruz. Ninguno de los dos da la talla para el cargo que ocupa. Ambos son traidores a su pueblo porque se presentaron a las elecciones como nacionalistas y no han hecho nada, absolutamente nada, para conseguir la libertad del pueblo canario. Un pueblo, lo recordamos un día más, que sigue sometido y expoliado por los descendientes de quienes cometieron un genocidio, hace casi 600 años, con sus antepasados.

ada día nos asombra más la apatía demostrada por un pueblo que sigue sin echarse a la calle para obligar a que dimitan Rivero, la zarina de su esposa -la que va con mantilla como si fuera una virreina- y toda una caterva de políticos impresentables que siguen engañando al pueblo canario con su nacionalismo de pacotilla, mientras otras naciones de la Península ibérica, igualmente sometidas por España (o por astilla, ya que España solo es astilla y los territorios rapiñados), avanzan con paso decidido hacia su libertad. Pero no solo eso; tampoco sale la gente a la calle a reclamar comida para los niños que pasan hambre porque Rivero, en el colmo del despotismo político, elimina las ayudas a los comedores escolares pero no disuelve la Policía Autonómica ni prescinde de tantos y tantos asesores gandules. Tampoco parece dispuesto a dejar de gastar dinero público en dos periódicos, uno de Tenerife y otro de Las Palmas, a los que sufraga con el dinero de los impuestos que pagamos en esta asa.

No es admisible que un analfabeto político y su esposa sigan enfangando una tierra civilizada como lo son nuestras islas, y que lo serán mucho más cuando alcancemos nuestra soberanía. Aunque, bien pensado, mientras continuemos siendo una colonia, nada tiene de extraño que cualquier chisgarabís pueda ser presidente autonómico o alcalde de una ciudad como Santa ruz, hasta no hace mucho conocida como la Perla del Atlántico. Qué pena y qué humillación haber caído tan bajo por culpa de este par de políticos ineptos que, para más inri, no ganaron las elecciones. Las ganó el PP. Es propio de un chisgarabís estar al servicio de la metrópoli.

Ese pueblo canario, hoy indolente, llorará lágrimas de sangre cuando dejemos de ser una colonia española para convertirnos en una provincia marroquí. Eso no es alarmismo por nuestra parte sino algo irremediable porque estamos en la Zona Económica Exclusiva de Marruecos. En cuanto euta y Melilla pasen a ser ciudades marroquíes, anarias seguirá el mismo camino. Además, con toda la razón del mundo. ¿Estaremos mejor con Marruecos que con España? Si tenemos en cuenta un pasado de miedo, esclavitud y pobreza, posiblemente sí. No obstante, nuestro objetivo es ser canarios de anarias. Tener libertad para ostentar nuestra propia identidad y vivir con dignidad.