A veces, descorchar un vino no es seguro de que nos la vayamos a terminar. Las ganas de tomarnos una copa de este caldo no obliga a bebernos toda la botella en solitario o en compañía. Por ello, es importante saber qué hacer con la botella una vez abierta y con contenido dentro.

Más si cabe cuando se trata del vino rosado, un vino elegante y con características predeterminadas que necesitan un mayor cuidado para no echarlo a perder. Te dejamos varios trucos para poder mantener el vino una vez abierto su recipiente:

  • Recapar la botella. Después de abrir una botella de vino, es importante volver a taparla correctamente para evitar la oxidación. Utiliza el corcho original si es posible o un tapón de vacío para mantener el vino fresco por más tiempo.

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  • Almacenar en posición vertical y en un lugar fresco y oscuro. Guarda la botella de vino abierta en posición vertical para minimizar la superficie de contacto con el oxígeno. Además, asegúrate de almacenarla en un lugar fresco y oscuro, lejos de la luz y de cambios bruscos de temperatura.
  • Utilizar gas inerte. Si dispones de gas inerte (como puede ser el argón), puedes rociar un poco de este gas en la botella antes de cerrarla para crear una capa protectora sobre el vino y evitar la oxidación.
  • Consumir el vino pronto. Aunque existen métodos para conservar el vino abierto por más tiempo, lo ideal es consumirlo lo antes posible para disfrutar de su sabor y frescura óptimos.
  • Refrigerar vino blanco o rosado. Si has abierto una botella de vino blanco o rosado, es recomendable refrigerarla para mantenerla fresca. Solo recuerda sacarla de la nevera un poco antes de servirla para que pueda alcanzar la temperatura adecuada para apreciar sus sabores plenamente.