Las intensas lluvias que ha soportado la Isla desde diciembre de 2009, con tres borrascas consecutivas que han dejado tras de sí lluvias torrenciales en casi toda la geografía insular, han obligado a mantener cerrados los accesos a pie al interior de la Caldera de Taburiente, lo que impide la entrada o salida de personas por la zona de mayor tránsito, el descenso del Reventón y el cauce del barranco de Las Angustias, por donde cada año caminan más de 350.000 turistas.

En los últimos dos meses, miles de visitantes no han podido entrar al parque nacional, ni siquiera, en muchos momentos, acceder con un vehículo hasta la zona de Los Brecitos, que es la pista que más se adentra en el recinto natural. El motivo se encuentra en las constantes crecidas del cauce del barranco, que ha mantenido un flujo creciente de agua, con un caudal importante, que impide el paso al otro lado del mismo o el tránsito por los senderos habilitados para adentrarse en la Caldera de Taburiente, según explican las fuentes consultadas en el organismo autónomo que se encarga de la gestión del parque.

Ante las lluvias torrenciales registradas, que en el parque nacional han llegado a alcanzar hasta los 321,4 litros en 24 horas (los que marcó la estación meteorológica de Tenerra, cerca de la zona de acampada, el día 23 de diciembre), se ha tenido que aplicar una prohibición estricta para imposibilitar el tránsito por los márgenes o el cauce del barranco de Las Angustias, por motivos de seguridad. La prohibición se vincula siempre a la existencia de prealertas meteorológicas, que en este caso han sido casi constantes en la Isla desde diciembre.

Estas prohibiciones están afectando principalmente a turistas extranjeros, que son los que en invierno, coincidiendo con la temporada alta, se convierten en los usuarios habituales del parque nacional, al contrario que en verano, cuando peninsulares y canarios ocupan hasta el 90% de los datos estadísticos de acceso al recinto natural.

En lo que respecta a la zona de acampada, la oferta de 100 plazas de cupo máximo para pernoctar en el parque nacional se ha reducido temporalmente a estancias nulas por motivos de seguridad.

Desprendimientos

En las últimas semanas, coincidiendo con los recientes episodios de lluvias causadas por una borrasca, no solo se ha mantenido el cierre de los senderos de El Reventón y el cauce del barranco sino que se ha imposibilitado el tránsito de vehículos por el único acceso rodado, el de Los Brecitos, por el que se accede al parque, tanto a turistas como trabajadores, así como a multitud de fincas y parcelas de propiedad privada existentes en la ladera norte del barranco.

Parques asegura que en el mes de febrero ha sido casi imposible cruzar el cauce con un vehículo, además de que se han generado desprendimientos en la pista de Los Brecitos, que fue recientemente asfaltada para facilitar el tránsito de coches y por la que ahora no se puede circular. En ocasiones, se ha tenido que intervenir para rescatar algunos coches que se han quedado atascados en el badén del barranco por problemas con la crecida del cauce.

A la espera de que remitan las lluvias, para poder llevar a cabo la limpieza de la pista, también se está actuando en varios senderos que discurren por zonas anexas o limítrofes con el parque nacional, sobre todo en la zona de la Cumbrecita (El Paso), para solventar los daños generados por pequeños desprendimientos.