Los vertidos ilegales al mar en la Isla han sido prácticamente habituales en la Isla durante años, con estaciones depuradoras y emisarios submarinos que han operado de forma irregular, según se desprende de las denuncias formuladas por la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural y por el censo publicado en http://visor.grafcan.es/visorweb/, sin que en ningún caso se vinculen con la aparición de más o menos microalgas, un fenómeno más actual en lo que se refiere a su dimensión.

En concreto, la Agencia de Protección del Medio Urbano publica datos anuales cerrados entre 1999 y 2014. No existe, al menos por ahora, de 2015 ni 2016. Las denuncias por vertidos ilegales al mar en La Palma superaron el medio centenar en esos años; en concreto 55. Tenerife fue la Isla que superó todos los registros, con 483 denuncias por estos hechos. Son solo los vertidos incontrolados de los que llega a tener conocimiento esta agencia. En Canarias fueron más de mil (1.020).

Mientras, en el visor de IDECanarias, en el aparcado de calidad ambiental, se encuentra un apartado con un censo de vertidos desde tierra a mar. Se elaboró en 2008; es decir, no tiene datos actualizados, aunque lo cierto es que durante la crisis económica no hubo una apuesta decidida por corregir esta situación. A propósito, señala que una gran parte de las depuradoras y otras infraestructuras tenían sus expedientes caducados. Ocurría, por ejemplo, con la conducción de desagüe de Puerto de Naos (Los Llanos de Aridane) o el emisario submarino de Breña Baja

Pero es que además hay otros puntos de vertidos no autorizados, al menos que aquel año, como el emisario submarino de Puerto Espíndola (agua residual urbana), piscina municipales de Barlovento (pozo filtrante), el desagüe del barranco del Agua y el propio EDAR en San Andrés y Sauces, el aliviadero y el propio emisario submarino de Maldonado en Santa Cruz de La Palma, el emisario submarino y la red de pluviales del paseo marítimo de Tazacorte, el EDAR Los Cancajos...