El programa "Verano sin barreras", que financia el Cabildo de La Palma a través de la Consejería de Asunto Sociales y que gestiona Cruz Roja, concluyó su tradicional ciclo estival. Un año más, apostó por la integración social de las personas participantes, así como por los beneficios de las terapias rehabilitadoras en torno al acercamiento y disfrute de la playa por parte de personas con discapacidad.

"Verano sin barreras" está dirigido a personas con discapacidad mayores de 21 años que presentan situaciones que exigen una atención de alto requerimiento en el domicilio. El ámbito de la actividad es insular y este año ofertaron 26 plazas distribuidas en la playa de Bajamar, en el municipio de Breña Alta, y en la playa de Puerto Naos, en Los Llanos de Aridane.

El programa ofreció un respiro a los familiares y personas que se encargan del cuidado de estas personas, transformando la playa en un espacio adaptado en el que se ha contado con un equipo de profesionales responsables de prestar una atención individualizada.