La tierra en Cumbre Vieja ya no se mueve, pero los científicos siguen investigando lo que esconde en sus entrañas. Nadie se fía de lo que pueda ocurrir en un futuro cercano, aunque no hay datos objetivos para creer que el enjambre vivido pueda derivar en una erupción volcánica.

El Involcan mantiene su trabajo in situ tras recuperar una estación geoquímico que estaba fuera de uso, mientras el Comité Científico de Evaluación y Seguimiento de Fenómenos Volcánicos (CCES) se reunía ayer por la tarde en Tenerife para ver qué estaba ocurriendo en La Palma. Tras el encuentro, la directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Maria José Blanco, subrayaba que los temblores vividos "son compatible" con una pequeña intrusión magmática a 20 kilómetros de profundidad. La viceconsejera de Medio Ambiente, Blanca Pérez, iba más alla para apuntar que los datos obtenidos son de "absoluta tranquilidad"

A la vez que políticos y técnicos, por separado y juntos, se reúnen, una parte de la prensa sensacionalista internacional saca "tajada" recordando de nuevo la teoría del mega tsunami. "Británicos en alerta por mega-tsunami: Temen la erupción de un volcán de España después de 40 terremotos en 48 horas", decía en un titular el Daily Star.

Por lo que respecta a los investigadores, subrayar que el Instituto Volcanológico de Canarias, a través de María Asensio y Aarón Pérez, volvió a activar su estación en Fuencaliente con instrumentación adicional de última generación para obtener parámetros geoquímicos de interés para la vigilancia volcánica. A la vez, el IGN terminó de desplegar dos estaciones sísmicas, además de otra de gas radón, que ofrecen datos en tiempo real.