Los seísmos registrados en el nuevo enjambre vivido en Cumbre Vieja han estado ligeramente más cerca de la superficie, entre los 15 y 22 kilómetros.

Este cambio de localización puede responder, según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), a que se ha reforzado la red sísmica añadiendo tres nuevas estaciones, por lo que "es posible que el cambio en la geometría de la red pueda haber influido en esta nueva ubicación".

Este último repunte "ha sido menor que la actividad sísmica registrada el pasado 9 de octubre y sigue sin detectarse deformación superficial del terreno". Los científicos no observan datos para la alarma. Al contrario, el sosiego está justificado. Es más, dentro de esa línea en el mensaje, el IGN asegura que "sigue sin detectarse deformación superficial del terreno, según los datos adquiridos por la red GPS".

El IGN sostiene que no se han detectado deformaciones superficiales del terreno

La cifra total de eventos registrados en esta serie es de 347 seísmos, la mayor parte de ellos tan pequeños que no pueden ser localizados. Ante estos datos, las actuaciones previstas por el IGN a partir de ahora son "la realización de perfiles de CO2 y potencial espontáneo en la ladera Oeste de Cumbre Vieja, así como la preseñalización de esta ladera para campañas de medida RTK".

Además, está previsto la búsqueda de emplazamientos para la instalación de un GPS adicional y dos inclinómetros y el muestreo y medida físico química en la Fuente Santa.

Por su parte, el Instituto Volcanológico de Canarias ha informado de que desde el 13 de octubre se encuentra operativa la Red Sísmica Canaria en La Palma con cuatro estaciones sísmicas de banda ancha para contribuir al fortalecimiento de la vigilancia volcánica de Cumbre Vieja.