El presidente del Cabildo de La Palma, el socialista Anselmo Pestana, expuso ayer en sesión plenaria las dificultades que el Servicio Canario de Empleo (SCE) ha tenido para la contratación de 40 desempleados que quisieran trabajar durante un período de nueve meses erradicando el denominado "rabo de rato" por un sueldo de 1.000 euros al mes, en el marco de un proyecto puesto en marcha por la propia institución insular.

El programa estaba dirigido a personas mayores de 40 años sin formación y que además no estuvieran percibiendo al menos de forma oficial ningún tipo de prestación; es decir, en una situación muy compleja. Sin embargo, Pestana hizo hincapié en que para lograr 40 personas que quisieran trabajar en esta acción "se tuvo que llamar a más de 200" por la negativa ante el SCE de posibles beneficiarios. "Esa es la verdad" trasmitida por los técnicos de Empleo, según el presidente. "Hubo que llamar a cinco e incluso a siete para lograr a uno" que aceptara la oferta de trabajo. Ahora, que cada uno saque sus propias conclusiones", sentenció.

La intervención del presidente se produjo después del reproche de la portavoz del Partido Popular, María de Haro, a la consejera de Empleo, la nacionalista Tatiana Rodríguez, por unas declaraciones públicas en las que a la postre también había expresado las dificultades para lograr desempleados que quisieran ser partícipes de este proyecto.

La propia consejera de CC tomó la palabra en la sesión plenaria para leer un mensaje que llevaba preparado, siendo consciente de que sería objeto de las críticas del Partido Popular, cuya portavoz había sido más dura en un comunicado de lo que luego fue capaz en el cara a cara. A propósito, Tatiana Rodríguez hizo especial hincapié en que es consciente "del número de parados que tiene La Palma" y recordó que ella misma ha sido desempleada y se ha sentido "frustrada" por la búsqueda sin éxito de un empleo. En realidad, de la política solo ha vivido en esta legislatura.

Sin embargo, la nacionalista se mantuvo firme en su línea argumental e incluso habló de la "economía sumergida" que a la postre puede justificar, es complejo encontrar otro razonamiento, la negativa de un elevado número de parados a un contrato de mil euros al mes.

Rodríguez se mostró contraria a la tendencia política de adaptar el mensaje a intereses electorales. Es partidaria de que los ciudadanos "conozcan la verdad".