Las dos sustancias con las que el médico de guardia de la Villa de Garafía dio positivo en un test de drogas realizado por la Policía Local, tal y como EL DÍA informó en su edición de ayer, fueron THC, principal ingrediente activo de la marihuana, y Opiaso, heroína o derivados, según las fuentes consultadas por esta redacción.

Tras conocer el resultado del test, los agentes presentaron la correspondiente denuncia por conducir bajo los efectos de estas dos drogas, con una sanción de 1.000 euros y la pérdida de seis puntos del carnet de conducir, tal y como establece el Ordenamiento Jurídico.

El facultativo en ningún momento presentó reclamación alguna contra la denuncia, ni mucho menos la negó. Al contrario, procedió al pago de la multa dentro del plazo establecido para acogerse a la reducción del 50% de la cuantía a abonar.

Es suficiente con ponerse en contacto con el pueblo para darse cuenta de que numerosos vecinos y también políticos municipales tenían sospechas fundadas desde hace meses de que el médico estaba tomando algún tipo de sustancias ilícitas, incluso en horario laboral, a lo que se sumaban denuncias presentadas por algún enfermero que trabajaba en el día a día con el propio facultativo.

Sin embargo, desde las instituciones competentes no se habían tomado las medidas oportunas para comprobar la veracidad de los temores extendidos.

La Policía Local sí había realizado su trabajo, más arduo y complejo de lo que pueda parecer, desde hace meses y estaba tan solo a la espera de recibir el instrumento necesario para poder hacer el test de drogas.

El facultativo ya había sido objeto del levantamiento de actas por parte de los agentes, incluso por fumar junto a la puerta de entrada al centro de salud en el que trabaja, en contra de lo que marca la Ley Antitabaco, además de incumplir normas elementales de tráfico.

Un dato clave es que no era la primera vez que al médico se le levantaba un acta de drogas, aunque la Policía Local en aquel momento no contaba con los medios para hacer un test en el lugar y las pruebas remitidas no pudieron ser analizadas.

Mientras tanto, el médico acudió ayer con normalidad a su puesto de trabajo aunque el Servicio Canario de la Salud espera la comunicación oficial del ayuntamiento sobre el test de drogas para tomar las medidas que entienda oportunas contra el facultativo.