La temporada de turismo de invierno, que se prolonga desde noviembre de 2017 a abril de 2018, se ha cerrado con un descenso del 7,8% en el número de visitantes extranjeros con respecto a la última campaña, lo que se traduce en cerca de 10.000 pasajeros menos.

Tomando como referencia los datos oficiales de entrada de viajeros en el aeropuerto de La Palma, en la temporada 2016-2017 se contabilizaron 127.270 pasajeros en vuelos internacionales, por 117.403 en la campaña que acaba de finalizar. Se han "perdido" alemanes, holandeses, belgas, suizos, ingleses...

Los datos en frío dejan clara una caída importante, aunque hay algunos factores que se deben tener en cuenta para que la valoración sea más real. La más importante es que durante los últimos meses se han desviado más vuelos de lo habitual a Tenerife por condiciones meteorológicas adversas, con clientes que con posterioridad llegaron a La Palma en barco y que, por tanto, AENA no contabiliza. Es difícil calcular con exactitud el número de afectados por esta razón, quizás unos 2.000 o 3.000, pero en todo caso muchos menos de los turistas extranjeros que la Isla perdió por otras razones, como falta de nuevos atractivos o el propio empuje de otros destinos.

Tampoco es baladí que la comparación se realiza con una temporada extraordinaria, como fue la pasada, que superó con creces cualquier otra de las últimas dos décadas. Los 117.403 extranjeros siguen siendo para La Palma un número considerable. Bastante bueno.

En el total de llegadas de la campaña de invierno, La Palma subió un 11,3%, superando los 343.000 pasajeros. En este caso, el incremento pivota indiscutiblemente en el aumento del porcentaje del descuento para residentes. Y es que entre islas se desplazaron entre noviembre de 2017 y abril de 2018 un 28,5% más de personas.