El concurso para la adjudicación de la segunda fase del primer ascensor urbano que se construye en Santa Cruz de La Palma, que debe unir la plaza de La Constitución con el entorno de la ermita de La Luz, a través del hueco entre los edificios de Correos y Usos Múltiples, ha sido declarado desierto después de que no se presentara ninguna oferta, por lo que las obras continuarán paradas como ocurre desde hace ya meses.

El ayuntamiento licitó la obra por procedimiento abierto, con un coste en esta segunda fase de más de 160.000 euros, sin que en el plazo establecido despertara el interés de posibles adjudicatarios. La estructura del futuro elevador está prácticamente finalizada, con financiación del Cabildo de La Palma, un esqueleto de hormigón que ahora sin "vestir" impacta desde el punto visual a la entrada al casco histórico.

Desde la corporación capitalina se informó ayer a esta redacción de que "al entrar en vigor la nueva ley de contratos", los servicios jurídicos municipales "han tenido que elaborar unos nuevos pliegos técnicos para adaptarlos a la nueva legislación". Estos pliegos "ya están hechos y la licitación podrá ser publicada con toda probabilidad la próxima semana". Además, advierten de que en este caso "se trata de un procedimiento abierto simplificado, que permitirá acortar los trámites del expediente".

El ascensor sortea un desnivel de aproximadamente 35 metros y está pensado tanto para facilitar el acceso al casco, sobre todo para las personas con movilidad reducida, como un recurso turístico, aunque su gestión está por aclarar. En la parte alta a la que afecta el elevador habitan casi 1.500 personas, de las que 581 superan los 55 años. La alternativa actual es las escaleras de la calle Blas Simón o del barranco de Gredos.