El túnel nuevo de la Cumbre estará abierto previsiblemente a partir de la próxima semana en doble sentido, lo que se prolongará durante al menos los tres próximos meses, período de tiempo en el que se ejecutarán las obras de mejora integral del túnel viejo de esta misma carretera, la LP-3, que data de los años 70 y que no ha sufrido ninguna actuación importante casi desde su inauguración.

El túnel nuevo, de 2.700 metros de longitud, dispone de dos carriles que operan habitualmente, tal y como fue diseñado, en un solo sentido: Los Llanos de Aridane-Breña Alta, mientras que los vehículos que discurren desde la comarca Este hasta el Valle deben seguir ascendiendo por la carretera de montaña hasta la infraestructura vieja.

El servicio insular de Carreteras abrirá esta infraestructura a partir de los primeros días de la próxima semana en ambos sentidos, según las estimaciones de la Consejería de Infraestructuras, extremando las precauciones y con la estrecha colaboración de la Dirección General de Tráfico.

El consejero del área, Jorge González, suscribió ayer, junto al presidente del Cabildo de La Palma, Anselmo Pestana, la contratación de las obras del túnel viejo, que se llevarán a cabo con cargo al Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan) con un presupuesto que al final tan solo ronda los 1,5 millones de euros.

Se trata de una infraestructura que se encuentra en pésimas condiciones, sin unas garantías mínimas de seguridad. Tiene filtraciones de agua, carece de la iluminación necesaria, a ambos lados presenta unas aceras mínimas que aumentan la peligrosidad de la circulación, presenta ausencia de apartaderos para casos de emergencia, la señalización es deficiente...

Las principales actuaciones previstas son la impermeabilización de la bóveda del túnel, el drenaje de la lámina y los recubrimientos laterales de la infraestructura. Además, se instalará un sistema de telecomunicaciones (videocontrol telegestionado y radiofrecuencia) y se mejorará sustancialmente el alumbrado exterior e interior.