La Palma necesita la adquisición y puesta en uso con carácter de urgencia de al menos 20 guaguas para ofrecer un servicio regular con un nivel aceptable de fiabilidad y modernidad, según los informes que maneja el área insular de Transportes y que motivaron el proyecto de reestructuración integral de este servicio, documento paralizado y que ni tan siquiera tiene fecha para su desarrollo.

Es suficiente con subirse en determinadas guaguas, la mayoría, que están operativas en las carreteras palmeras del servicio regular -en el discrecional están tres "pisos" en modernidad por encima- para soportar ruidos e incomodidades y ni tan siquiera soñar con servicios extras que hacen más atrayente el viaje, como wifi o puerto USB, que la institución insular llegó a planificar.

La edad media de estos vehículos supera los 14 años, el doble más viejas que en el resto de Canarias, y un porcentaje notable no son ni tan siquiera accesibles, sin olvidar la contaminación que producen por su antigüedad y el mayor consumo de combustible, que luego se quema peor. Los mecánicos de la prestadora del servicio, la cooperativa Transporte Insular La Palma, deben hacer "maravillas" en los talleres para mantenerlas caminando, lo que no siempre ocurre.

Fuentes autorizadas de este servicio afirmaron a esta redacción que "en la flota de transporte regular hay dos o tres guaguas, por denominarlas de alguna manera, de la BY, es decir, con unos 19 años de antigüedad. Eso no ocurre en ninguna otra parte de Canarias sino en una isla como La Palma que presume de ser Reserva de la Biosfera. Es una auténtica vergüenza".

Sostienen que "los palmeros estamos acostumbrados y lo peor es que ya lo vemos hasta normal, ni protestamos, aunque una guagua nos deje tirados subiendo la Cumbre o en la carretera del Norte, pero qué pensará el visitante al que le decimos que apostamos por un turismo sostenible y luego lo metemos en unas guaguas de esas características".

En el mismo sentido, se sorprenden de que se hable ahora del "bono para residentes", afirmando que "casi el 50% de los usuarios que utilizan el transporte regular en La Palma lo hacen de forma absolutamente gratuita y otro porcentaje importante tienen bonificación del 20% a través de la tarjeta sin nominal, que usan palmeros y turistas, que incluso se compra en la propia guagua", por lo que "hablar de nuevos beneficios, como el bono de residencia que no será aplicable de forma automática ni como se pretende el día 1 de septiembre, por la ausencia de los equipos técnicos necesarios, es más un mensaje político para intentar captar votos que ir al origen del problema, que no es otro que la renovación de la flota".

El informe técnico elaborado por el Cabildo para el plan de reestructuración integral del servicio, aprobado a principios de enero por el Grupo de Gobierno (PSOE-CC) pero que fue frenado por los nacionalistas debido al cambio de tarifas, incluía 20 guaguas modernas entre 2018 y 2019. Las primeras diez tenían que estar adquiridas y operando en el primer semestre de este año, algunas de ellas incluso en el mes de marzo por la necesidad urgente, y el resto, en los primeros tres meses del próximo año.

Ese objetivo de disponer de guaguas más modernas era irrenunciable, hasta el punto de que desde la institución insular hubo contactos con diferentes empresas suministradoras para conocer los diferentes tipos de guaguas y las que mejor se podían adaptar a las carreteras de La Palma, siempre con tecnología puntera en materia de combustión, la que exige la UE denominada EURO6C, y con servicios extras para que viajar en guagua fuera llamativo.

Además de las 20 guaguas en dos años, de 2020 a 2027 estaba programado, así se aprobó inicialmente por el Grupo de Gobierno, la incorporación de tres guaguas con carácter anual para dar un impulso determinante a la flota, con 44 vehículos nuevos de 2018 a 2027. El documento se paró por discrepancias sobre la modificación de las tarifas, pero la realidad es que a la vez ha frenado en seco cualquier intento por ofrecer un servicio de garantías. Es decir, viajar gratis sí pero en guaguas del siglo pasado.

Los votos de las personas mayores

La decisión de frenar el proyecto de reestructuración del servicio regular de guaguas en La Palma tiene un trasfondo político mucho mayor. El Partido Socialista elaboró el documento, Coalición Canaria inicialmente lo aprobó, pero cuando finalmente hubo que ponerlo en marcha, los nacionalistas rectificaron al contemplar la propuesta un aumento de tarifas y, sobre todo, la retirada de la gratuidad de transporte para un gran número de personas mayores, que han disfrutado de su bono durante muchos años.

Criterios dispares en Coalición Canaria

La decisión de frenar este plan por parte de CC fue una decisión directa de sus responsables a nivel insular, que no del grupo en el Cabildo. En realidad, el portavoz en la institución insular, José Luis Perestelo, defendió en público y en privado, en declaraciones a EL DÍA, que era mejor seguir adelante con esta reestructuración porque beneficiaba al interés general. La opinión de un político en retirada, que ya no debe mirar qué pasará en las urnas, no fue la misma que tomaron otros de sus compañeros.