El plan que reestructura el transporte regular por carretera en La Palma tiene letra pequeña: la tarifa que se paga sin bonos ni tarjetas de descuento, aquella que al fin y al cabo se abona en efectivo al conductor cuando se entra a la guagua, se incrementa hasta un 24%.

El presidente del Cabildo, Anselmo Pestana, y la consejera insular de Transporte, Laura Paz, destacaron en rueda de prensa las 15 guaguas que el operador (Transporte Insular La Palma) adquirirá en un plazo de seis meses, fundamentales para un parque móvil demasiado antiguo; la entrada en vigor del bono canario, la mejora de algunas rutas al incorporar más frecuencias... pero no hubo casi ninguna referencia a los nuevos precios de transporte para aquellas personas que lo utilizan de forma ocasional, que no tienen bonificaciones y a las que, por tanto, no les resulta rentable optar por bono alguno.

Hasta que se ponga en marcha el nuevo plan, están establecidos dos tramos kilométricos con los que se fijan los precios: hasta 8 kilómetros, con una tarifa de 1,37 euros, siendo seguramente la ruta más utilizada Santa Cruz de La Palma-Los Cancajos; y más de 8 kilómetros, por 2,10 euros, entre la que destaca la Santa Cruz de La Palma-Los Llanos de Aridane o la circunvalación Norte, entre la capital y Barlovento.

Cuando la reestructuración anunciada se aplique, la tarifa se marcará en tres tramos y el billete más barato costará 1,50 euros, para los recorridos de hasta diez kilómetros. De 10 a 20 kilómetros, el precio subirá hasta los 2,40, mientras que para los trayectos más largos (más de 20 kilómetros) el coste alcanzará los 2,60 euros.

Estos cambios suponen un aumento del 24% en la tarifa de los viajes más largos. Y hay que tener en cuenta que en un estudio de Transportes con datos de 2014, en estos cuatro años no han sufrido mucha variación, el 25% de los desplazamientos en guagua eran justamente los que van a pasar de 2,10 a 2,60 euros.