Más de 300 alumnos se quedan sin comedor en Santa Cruz por la insuficiente potencia eléctrica

El Centro de Educación Obligatoria Bethencourt y Molina, situado en Barranco Grande, solicita al Gobierno canario y a Endesa que pongan solución cuanto antes al problema

Colegio Bethencourt y Molina, en Santa Cruz de Tenerife.

Colegio Bethencourt y Molina, en Santa Cruz de Tenerife.

Más de 300 alumnos del Centro de Educación Obligatoria (CEO) Bethencourt y Molina, situado en Barranco Grande, en el municipio de Santa Cruz de Tenerife, se han quedado sin comedor debido a la "insuficiente" potencia eléctrica que contrató en su momento la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias a Endesa. Tanto el propio centro como los padres de los niños afectados, de todas las edades, solicitan al Ejecutivo y a la compañía una solución urgente. Y es que este problema, y según cuentan, también está perjudicando al desarrollo de las clases, pues no se pueden utilizar ni los proyectores ni las pizarras táctiles.

Durante el primer día de clase, el pasado 11 de septiembre, el colegio se vio obligado a suspender el servicio de comedor. El Consejo Escolar ha decidido ofrecer a los niños bocadillos y otras comidas frías hasta que se resuelva la situación, pero los padres han manifestado su malestar porque consideran que este tipo de menú no se puede mantener durante mucho tiempo. La dirección del centro explica que "la palanca salta continuamente". "En la nevera tampoco podemos tener alimentos porque se nos estropean ni podemos preparar comida. La situación es alarmante".

La dirección comenta a EL DÍA que el edificio en el que se encuentra el comedor es antiguo, el cual mantiene la potencia eléctrica que se contrató en su momento. "Lo que ocurre es que ahora contamos con avances tecnológicos en el centro y con aparatos de grandes dimensiones en la cocina para los que no son suficientes esa potencia. Hemos solicitado al Gobierno de Canarias que tome cartas en el asunto. Desde la Consejería de Educación nos transmiten que ya están en ello y que todo depende ahora de Endesa, para que autorice el cambio de potencia. Pero es que los niños no pueden seguir esperando más, pues estamos hablando de su alimentación".