Detenida una mujer en Santa Cruz tras enfrentarse a la Policía por darle de comer a las palomas

La ciudadana desobedeció y se enfrentó a los agentes cuando éstos intentaban identificarla

También ha sido sancionada con una multa de 1.500 euros

Palomas en la plaza San Francisco.

Palomas en la plaza San Francisco. / E. D.

La Policía Local de Santa Cruz de Tenerife detuvo el pasado domingo, 31 de marzo, a una mujer, de 49 años, por desobedecer y enfrentarse a los agentes cuando éstos trataban de identificarla por alimentar a las palomas, algo que está totalmente prohibido en la capital tinerfeña.

Los hechos se produjeron en la plaza de San Francisco, cuando esta ciudadana daba de comer a estos animales en la vía pública. También, y según informa el área de Seguridad del Ayuntamiento, se ha registrado un acta sancionadora al respecto, por lo que la mujer tendrá que enfrentarse, además, a una multa de 1.500 euros.

El Consistorio chicharrero, a través del área de Servicios Públicos, lo ha advertido en varias ocasiones, que se sancionará a todo aquel que alimente a las palomas. Precisamente, el pasado 28 de marzo, El DÍA adelantó que se había sancionado a dos vecinos, con multas de 1.000 euros cada uno, por estar proporcionando comida a estos animales, uno en la avenida Ángel Romero y otro, en la avenida de Las Asuncionistas.

La infracción por alimentar a las palomas en la vía pública está recogida en la Ordenanza Municipal Reguladora de la Protección y Tenencia de Animales de Santa Cruz de Tenerife, y calificada como grave, por lo que puede ser sancionada con una cuantía de hasta 1.500 euros.

Las palomas pueden transmitir más de 40 enfermedades. Entre éstas se encuentran la histoplasmosis, que puede provocar un grave daño pulmonar; clamidiosis, la bacteria propia de las aves que, esparcida mediante el polvo de las heces respirado por los humanos, provoca ornitosis; encefalitis de San Luis, una grave afección que inflama el sistema nervioso, y alveolitis alérgica (enfermedad del pulmón de la paloma), que si no se trata correctamente puede ser irreversible.

Asimismo, y según resalta el Ayuntamiento de Santa Cruz, estos animales también portan chinches y garrapatas y, a través de sus excrementos y nidificaciones, «provocan un grave deterioro del patrimonio arquitectónico y del mobiliario urbano, con la consiguiente repercusión económica para las arcas públicas». "Además, dejan restos de comida en la vía pública que atraen a otro tipo de plagas, como ratas y cucarachas". El Consistorio ha reconocido que la capital sufre una plaga de palomas.