Fiestas de Mayo | Pregón

Fresnadillo, en su pregón de las Fiestas de Mayo: "Volcados en el comercio y en el turismo nos hemos olvidado de lo que teníamos"

Más que princesas y dragones, amigos de la infancia y juventud fueron los avales del cineasta santacrucero que coqueteó con un Oscar y quedó ‘esposado’ a Santa Cruz

El alcalde destacó a su coetáneo por ser 'el embajador más internacional' que tiene la capital

Humberto Gonar

Humberto Gonar

«En el origen fue Santa Cruz». Así comenzó el cineasta Juan Carlos Fresnadillo su pregón de las Fiestas de Mayo que lo convirtió en un cuento basado ‘en su hecho real’: su propia infancia y juventud. En la cita inaugural de los actos patronales, una ciudad con más años que público y un escenario ‘natural’ que no necesitaba decorado más que la cruz de cintas que reivindica el día que se fundó la ciudad hace 530 años. Precisamente a escasos metros del primer núcleo poblacional, Los Llanos, y a menos de un centenar de metros donde naciera el propio pregonero, quien desde La Salle llegó a Hollywood.

En medio del relato, el pregonero encontró tiempo para la reivindicación: «Las instituciones, las autoridades, tienen que entender que esta tierra se puede y se debe convertir en puente y confluencia de la cultura internacional, en conexión de corrientes artísticas que están ocurriendo en este momento y que nos integran en la aldea global. Porque tengo la sensación de que, volcados en el comercio y en el turismo, nos hemos olvidado de eso tan importante que teníamos; de cómo, a través del arte y la cultura, podemos conseguir que este lugar en medio del Atlántico, con sus maravillosas singularidades, enlace con movimientos y artistas de todo el planeta, en un momento en el que tenemos todo a nuestro alcance para hacerlo, donde no hay límites, donde la tecnología nos permite trascender la idea de ínsula».

Fresnadillo predicó con el ejemplo: «yo soy, en esencia, un contador de historias» para poner en situación a los espectadores no desde las butacas de salas de proyecciones que rememoró –cine Víctor, a su emblemático Greco, teatro Baudet, Royal Victoria o cine Rex– sino desde las sillas de tijera instaladas en la plaza del cuartel San Carlos. Dibujó la habitación donde se encerraba a imaginar otras realidad, su refugio del «corazón roto por un amor» al que puso cura: como terapia, se inventó una película durante su estancia en Londres.

En Santa Cruz nació el director de cine que quedó ‘esposado’ al séptimo arte, y que en un juego de niños, con su primera cámara, una Voigtländer que le regaló su abuelo Lázaro cuando tenía 14 años; volaría tres años después a Madrid. El pregón fue una sucesión de lugares y personajes vitales, desde su abuelo a su madre, Araceli, una palmera que se estableció en Santa Cruz y le inoculó si amor por Hollywood, y su primera sastra en Esposados. Más protagonistas del cuento de Fresnadillo, su abuela Concha y su tía Dulce. También su padre, Manuel, de quien aprendió el manejo del Súper 8 que inmortalizó una propia familia con la ayuda de su hermano Manolo, desplegaban la pantalla para la proyección.

El cineasta, de rostro tan pensativo como reflexivo, acercó al cuartel San Carlos su infancia en el barrio de La Salle, la Recova, el viejo cementerio de San Rafael ySanRoque, o Traslarena de San Andrés... El puente Galcerán que divide la ciudad, la avenida Tres de Mayo...

El artista desgranó los capítulos de su vida con sus respectivos protagonistas. El también cineasta Javier Fernández-Caldas y la referencia a la película de Fresnadillo 28 semanas después, donde aparece el helicóptero en el Wembley Stadium de Londres inspirado en cuando los Reyes Magos llegaban en helicóptero al Rodríguez López cada tarde del 5 de enero.

‘Las escaleritas’ que unen la avenida de Reyes Católicos con Tomé Cano, la Rambla desde la plaza de la Paz hasta la Avenida de Anaga, el mar, la playa o el García Sanabria, con tres altares singulares: el reloj de flores, el pequeño zoológico y los gorgoritos.

En «Santa Cruz, un mapa emocional», título del pregón, más protagonistas del joven Fresnadillo: Miguel Toledo, su descubridor y quien le empujó a creer en él, y el periodista Eduardo García Rojas, que le abrió la puerta a la cinefilia. El primero, su primer productor; el segundo, su primer guionista. Y Miguel Ángel Montero Agu y Luis González Bango; a los que los llamaban Los Goonies.

Más contemporáneos del colegio La Salle-San Ildefonso: Eduardo Bercedo Edui, Francis Montesdeoca, Juan Ramón Lazcano, Luis Acuña, Sixto Lecuona, protagonistas de la primera película de vídeo de Fresnadillo que podría tomar título de este grupo de Los Hidalgos del Nirvana. O Paco Galán, con quien fue a recoger unos carteles de la película de La Guerra de las Galaxias, a la fábrica de Coca-Cola, cuando había que cruzar la Tres de Mayo e inspiró a la postre una secuencia de Intacto.

Antes del cine fue la fotografía en Fresnadillo, gracias a Anselmo Hernández, citó para alongarse al cine con el estreno de Guarapo, de los hermanos Ríos, con la que soñó que una película canaria con proyección internacional era posible, para encardinarse en generaciones de oro que llevan los nombres de César Manrique, Manolo Blahnik, Eduardo Westerdahl, Domingo Pérez Minik; Agustín Espinosa, Domingo López Torres, Pedro García Cabrera, Emeterio Gutiérrez Albelo, Óscar Pestana, Francisco Aguilar, José Arozena; «de Fetasa y de los fetasianos», de Manolo Millares y Martín Chirino, y de nuevo Félix Francisco Casanova, a quien definió como genio mientras evidenció admiración eterna. 

El cuento de Fresnadillo no finalizó con un colorín colorado, sino con: «sé que me iré de esta ciudad muchas más veces, pero la ciudad que nunca se irá de mí», a lo que siguió la actuación de Idaira Trujillo, una de las voces de Cantadores.

Contemporáneo de Fresnadillo

El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, presentó al pregonero y abrió el acto con un homenaje a Sebastián Matías Delgado, arquitecto y enamorado de la capital que falleció días atrás.

A partir de ahí, el regidor ensalzó a los vecinos de la capital,«gente ejemplar que se sabe garante del tesoro que constituyen nuestra historia y tradiciones» para entresacar el perfil del pregonero de las Fiestas de Mayo, Juan Carlos Fresnadillo, de quien presumió por compartir generación sin pasar por alto que «es el autor del primer canario filme nominado a un Óscar, y hasta ha compartido proyectos con Spielberg», para poner de ejemplo el reciente éxito cosechado con Damsel, «que tuvo la generosidad de estrenar en la capital».

Fresnadillo, a quien definió como «un artista único y poliédrico», agradeció que se proyectara desde Santa Cruz al mundo con su ópera prima, Esposados, que llevó a Hollywood. Al cierre del acto, el alcalde regaló al pregonero una lámina de Elizabeth Friend que recrea desde la fachada del ayuntamiento a la marquesina del puerto y la Farola del Mar, mientras solo faltaba que sonara el ‘Ay, Santa Cruz’.