Paso decisivo para el rescate de una joya patrimonial: Tenerife salva a Las Palmas

Hasta el cura de Taganana, Silvestre Gorrín, asistió al traslado de los bienes muebles cedidos por la propiedad de la hacienda de Las Palmas de Anaga a la Diócesis de Tenerife, para su custodia temporal en la ermita de Santa Catalina, en el pueblo de Taganana. Fue el particular regalo a este párroco de Anaga, que el pasado 4 de julio celebró sus bodas de plata como presbítero y que tuvo la dicha de ver cumplida una reivindicación vecinal de hace más de una década: rescatar el patrimonio artístico de la ermita de San Gonzalo.

De forma sigilosa, el equipo técnico de la restauradora Candelaria García preparó junto al director general de Cultura y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Miguel Ángel Clavijo, y a su homóloga del Cabildo de Tenerife, Isabel de Esteban, la operación San Gonzalo. Inicialmente se llegó a plantear el traslado del patrimonio donado en helicóptero. Después de sopesar los riesgos, el Consorcio de Bomberos de Tenerife mostró su predisposición a participar en el operativo.

Los trabajos comenzaron a prepararse desde el 12 de diciembre de 2023, cuando la expedición participada por representantes del Ayuntamiento de Santa Cruz, Cabildo de Tenerife y Gobierno de Canarias visitaron la hacienda.

Más de medio año después, se desplegó el operativo. El pasado lunes 8 de julio, la restauradora se trasladó con su equipo de trabajo incondicional para embalar los bienes muebles a rescatar: se procedió a humedecer el lienzo de la Virgen de Candelaria, se desmontó el retablo y se prepararon para el traslado las imágenes de san Gonzalo, que da nombre a la ermita, dos cristos y un tercero, éste de Tacoronte.

Al día siguiente, el martes 9 de julio, junto a los técnicos, media docena de bomberos procedieron al operativo que discurrió desde El Draguillo, el último rincón hasta donde se puede acceder por carretera, para continuar por el angosto sendero de casi dos kilómetros que tras llegar a la cruz del cruce enfila la bajada hasta la hacienda de Las Palmas de Anaga, de acceso a pie para iniciados.

Ya en el interior de la construcción, en la que ya la techumbre tiene zonas vencidas, la directora insular de Planificación Territorial y Patrimonio Histórico del Cabildo supervisó el rescate, donde las obras de arte se trasladaron protegidos como bultos. Más allá de credos, Isabel de Esteban destaca el respeto y la solemnidad con la que se realizó el traslado. «Tras superar tres barrancos, íbamos emocionados, a sabiendas que afrontábamos una actuación especial», no en balde era una cita con una historia de 300 años y que venía a satisfacer el anhelo de todo el pueblo de Taganana que ha mostrado su preocupación en los últimos diez años.

La directora insular, que recuerda que era la segunda vez que visitaba el lugar, reitera el respeto que presidió el traslado, contagiado por la paz que se respira en el lugar. «Hoy están custodiados y a salvo en los talleres», explica, a la espera de que ahora sea el Gobierno de Canarias sea quien sufrague la restauración. Y una vez finalizado, será custodiado en la ermita de Santa Catalina, en Taganana.

Qué se ha rescatado

La compleja ubicación de esta hacienda del siglo XVII ha requerido la colaboración de un grupo de bomberos para trasladar tres de los bienes que se encontraban en el interior del templo de San Gonzalo hasta el taller de restauración. Se trata del lienzo de la Virgen de Candelaria, su marco-retablo de madera y la escultura de San Gonzalo de Amarante, elementos con un valor cultural significativo con más de trescientos años de antigüedad.

Además de estas piezas, la propietaria también ha cedido a las Administraciones Públicas tres esculturas de pequeño formato que fueron retiradas de la ermita con anterioridad como medida de prevención ante actos vandálicos, exactamente dos imágenes de Cristo crucificado y una vera efigie del Cristo de Tacoronte. Tras las labores de restauración de cinco de los seis bienes recuperados, estos serán custodiados por la Diócesis Nivariense en la Ermita de Santa Catalina en Taganana de manera provisional.

La Hacienda de Las Palmas de Anaga, declarada BIC en la categoría de Monumento en 2014, constituye un ejemplo de arquitectura rural histórica de Tenerife, siendo una de las haciendas rurales más antiguas que se conservan en este entorno. Su caserío está vinculado al auge del cultivo del viñedo durante el siglo XVII, como centro de explotación agrícola y vivienda temporal del propietario, mientras que la ermita anexa satisfizo los servicios religiosos del vecindario disperso del lugar.

Valoraciones políticas

En la gestión del patrimonio cultural canario «a veces surgen episodios memorables como éste», en el que se requiere la coordinación de distintas administraciones «para evitar la pérdida de unos bienes excepcionales que se encuentran aislados y sufriendo el deterioro del paso del tiempo», asegura Miguel Ángel Clavijo, director general de Cultura y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias. Estas obras «forman parte de la memoria colectiva e identitaria del pueblo de Taganana», por lo que es importante que no se desvinculen del Macizo de Anaga, «de tal manera que van de un BIC de carácter eclesiástico a otro en la misma comarca», sostiene.

Para Isabel de Esteban, directora insular de Planificación Territorial y Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife, el pasado martes 9 de julio fue «un día histórico para el patrimonio cultural de Tenerife”, ya que, tras una década de reclamaciones, «por fin se da respuesta a las peticiones vecinales y sociales». La colaboración interadministrativa «ha sido esencial durante estos últimos meses de trabajo para llevar a cabo este rescate» que materializa el compromiso del «Cabildo con la recuperación de su historia», concluye.

Esta intervención de urgencia es la primera fase de un proyecto más amplio, en el que se valorarán las distintas posibilidades que ofrece este complejo arquitectónico a pesar de su estado ruinoso. En este sentido, el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife tienen el propósito de mantener su colaboración de cara a futuras propuestas que impulsen la recuperación de la historia de Anaga.

La propiedad

El 8 de noviembre de 2023 la propietaria de la Hacienda de Las Palmas de Anaga mostró a EL DÍA su máxima disposición tanto para la cesión de los bienes culturales de la ermita –que ya se hizo efectiva el martes 9 de julio de 2024– como para negociar la venta de los terrenos, conversaciones que se han eternizado desde que se celebraron los primeros contactos, hace ya casi una década. Es precisamente la dueña quien comparte la preocupación de la asociación cultural La Voz del Valle y de vecinos de Taganana, quienes a través de su portavoz, Luján González, lanzaron una alerta a las administraciones públicas para dar una respuesta al deterioro de este patrimonio inmueble declarado Bien de Interés Cultural, más allá de su conservación.

La propietaria traía al recuerdo el anhelo de su padre por hacer una pista de tierra para facilitar el acceso hasta Las Palmas de Anaga, una hacienda casi impracticable para llegar, donde tal vez ahora es más fácil acceder por mar.