Buena parte de los animales que fueron arrastrados por las lluvias del pasado 1 de febrero en la parte alta del Valle Tahodio han ido a parar a las aguas de la presa, donde sus cuerpos se han ido descomponiendo después de quince días, generando un hedor que se percibe en toda la zona. Los habitantes más próximos al embalse expresaban ayer su denuncia porque "no nos han hecho caso, pues el olor a putrefacto es insoportable, ya que cerca de unos cien animales están aún dentro del agua".

Granja barranco arriba.- La mayor parte de los ejemplares que aún flotan en la presa son los cerca de 80 cochinos de una granja que fue arrasada barranco arriba, donde también sucumbieron seis cabras y tres perros, al margen de los estragos que han sufrido otros caseríos de la zona.

En función de la fuerza del viento reinante, los animales muertos emergen o se amontonan en algunas esquinas, donde se mezclan con todo tipo de troncos y desechos arrastrados por el agua, y se llega a percibir el olor de los cadáveres a varios cientos de metros de distancia.

Días horrorosos.- María Orbelinda expresaba ayer, en una mañana marcada por las fuertes rachas de viento y con las heridas en el paisaje por las lluvias de hace dos semanas, que estos días en Tahodio "han sido horrorosos, pues incluso he tenido que bajar a mis nietitos para comer y alejarlos de la zona. En la charca no hay quien se meta, porque el hedor es inaguantable y como vacíen el agua, ya no los sacarán nunca", advirtió. Esta vecina que vive a escasos metros de la charca dijo que incluso han "venido responsables de Sanidad, pero no nos han respondido nada".

AAVV Taluve.- Pilar es vocal de la asociación de vecinos Taluve, y asegura que en los alrededores de la presa viven ocho familias que "han sufrido los malos olores, al margen de que también ha venido gente de fuera y ha tocado incluso el agua y nos ha dicho que unos extranjeros se metieron dentro, con el riesgo de infección que eso supone. Hemos llamado al ayuntamiento, al Cabildo y al Distrito de Anaga, pero nada de nada", comenta.

Promesas sin soluciones.- Martina Ramírez es la vicepresidenta de la asociación, y manifestó que lo único que ha pasado en el valle de Tahodio es que "los políticos han venido los primeros días con sus promesas, pero a fecha de hoy seguimos igual, salvo en los puentes, porque no se han limpiado las barranqueras y el barranco de Valle Luis sigue entullado. Aquí seguimos esperando, pero nadie nos garantiza que la presa sea segura, porque esto es un sin vivir, ya que si antes la pista de acceso a la presa estaba horrible, ahora está peor".

Las miradas en la presa.- Las responsables vecinales de Tahodio no ocultan su temor ante un desbordamiento de la presa, que se encuentra al límite de su capacidad, "pues deberían seguir aliviándola, pero los responsables del Cabildo un día deciden una cosa y, al otro, lo contrario". Precisamente, por parte del Consejo Insular de Aguas se están instalando unas tuberías que, a modo de sifón, extraen el agua sobrante, y cuyas primeras pruebas han dado como resultado que bajara casi medio metro el nivel del agua. Sin embargo, los vecinos son partidarios de abrir "las llaves de las válvulas que aún están operativas para rebajar la presión de la presa, pero los técnicos se limitan a decirnos que está todo bien".

Tahodio Alto.- En la zona de Tahodio Alto, cuyo acceso es por Jardina, aún hay un tramo de la pista que es intransitable en vehículos, por lo que los propietarios de las 80 zonas cultivables reclaman algún tipo de apoyo para llegar a sus huertas, pues las cosechas que ya estaban plantadas se están estropeando y las nuevas se perderán porque no se puede llevar la semilla.