El diputado regional del PP Miguel Cabrera Pérez Camacho rompió ayer su silencio respecto a las consecuencias del denominado "caso facturas", pues sentenció que se sentía "harto de tantas tonterías en boca de algunos dirigentes y responsables públicos del partido", ya que se negó a que "la gente tenga la sensación de que en el partido todos pensamos lo mismo".

Afirmó que en el caso de las repercusiones que se han derivado de la difusión de los gastos del partido en el Ayuntamiento de Santa Cruz entre 2003 y 2007, de haber sido él secretario regional o presidente insular del PP, "lo que habría hecho es devolver el dinero", algo en lo que consideró "están tardando en hacer o en decir" algunos representantes de su formación.

Dijo que para empezar a hablar "habría que devolver todo ese dinero que no tiene nada que ver con las cuentas del Ayuntamiento de Santa Cruz", una opinión que, apuntó, "no es la misma que la de la presidenta insular, Cristina Tavío, ni del secretario regional, Manuel Fernández".

Además, les sugirió a estos dos dirigentes de su formación política que, "en razón a las buenas prácticas administrativas y las relativas a los recursos públicos, algunos, antes de promover ceses, deberían pensar en usar la palabra dimisión; un verbo muy sano y que cada día hay que acostumbrar al ciudadano a que se use con más frecuencia".

Miguel Cabrera indicó que un conflicto como el surgido a raíz de las filtraciones de las cuentas de las asignaciones de los grupos municipales en el consistorio capitalino en el mandato de 2003-2007, en el que Tavío era la portavoz municipal, "merma las posibilidades de cualquier candidato", pues remarcó que, aunque él nunca se ha propuesto como tal para aspirar a la Alcaldía de la capital, "la imagen que se traslada no es la óptima para un partido que tenía buenas perspectivas de conseguir un aumento electoral considerable" en la próxima cita electoral.

En declaraciones a Radio El Día, Pérez Camacho remarcó que sólo se limitaba a expresar su opinión "frente a muchas tonterías que he oído decir en los últimos meses", además de proponer "a muchas personas que no se dediquen a perseguir a los compañeros, sino a usar el verbo dimisión".

En cuanto al cese de Ángel Llanos como concejal de Recursos Humanos, cargo que ostentaba el que fuera candidato y primer teniente de alcalde hasta mediados de mandato tras la ruptura del pacto que se volvió a reeditar en marzo con CC, sentenció que se trataba de un periodo "de maltrato que no recuerdo ni en los peores tiempos de persecuciones y guerras cainitas en el PP".

Así, remarcó que la imagen pública que se ha dado del partido "no puede ser más nefasta", por lo que sugirió a los dirigentes del PP que "enmienden la plana y corrijan el rumbo de las cosas, porque esta imagen no es buena ni para el partido ni para los candidatos que se quieran presentar".

A pesar de que estas nuevas declaraciones del controvertido político popular que fue retirado de la portavocía del Grupo en Parlamento regional por la pérdida de confianza del presidente regional son un nuevo órdago, la presidenta insular, Cristina Tavío, declinó ayer hacer declaraciones respecto a estas reflexiones. Sin embargo, han sido algunas declaraciones de Tavío las que más dudas han suscitado sobre la situación que se ha generado sobre la forma de justificar las asignaciones cuando ella era responsable del grupo, ya que ha llegado a reconocer que las facturas que se presentaron no se correspondían con el gasto real. Así, dijo que se presentaron justificantes de gastos personales, e incluso el secretario regional, Manuel Fernández, no ocultó que con dichos fondos municipales se financió el partido utilizando "este subterfugio", algo calificado por el presidente regional, José Manuel Soria, como un error que no podía volver a ocurrir.

Por su parte, desde las filas socialistas en el consistorio, su portavoz, José Ángel Martín, criticó la falta de "credibilidad e incapacidad del PP" tras el reconocimiento de Tavío de que la asignación del grupo antes de su llegada al ayuntamiento se repartía entre sus concejales como "sobresueldo". En este sentido, reclamó que el PP le exija a sus concejales antes del año 2003 que "devuelvan esos sobresueldos y que pidan perdón a los ciudadanos".