Tal y como estaba previsto, en la mañana de ayer los operarios municipales continuaban con las labores de poda de los ejemplares de laurel de Indias plantados a ambos márgenes de la carretera de El Bailadero, a la altura de Montaña Morera.

A pesar de que los vecinos de la zona intentaron encadenarse a alguno de los ejemplares desde primera hora, la presencia policial y la entrega a los mismos de los correspondientes permisos, hicieron que desistieran en su protesta, para dar paso a una sensación de impotencia y rabia, ya que, según señaló su portavoz, Lola Schneider, "dicen que es una poda, pero se trata de una tala en toda regla".

Fuentes municipales consultadas ayer aseguraron, en función de los informes técnicos que obran en poder del área de Vías y Obras, que de los siete ejemplares de árboles que hay plantados en este tramo, "cinco, de la variedad laurel de Indias, serán replantados, mientras que otros dos, especímenes de falsos pimentero, serán eliminados por anomalías estructurales y decadencia vegetativa".

Desde la concejalía se señala que se trata de una obra "promovida por Desursic S.A.", que realiza la urbanización en el valle de Las Huertas, cuyo comienzo estaba fijado para el pasado lunes, día 7 de febrero. El motivo de esta actuación se justifica por "los daños ocasionados en la alineación del arbolado existente, consistentes en cortes de raíces de sujeción y descalce de cepellón de los árboles".

Así, se señala en el informe de los técnicos municipales que dichos desperfectos se derivan de la ejecución de la obra de Desurcic, que perseguía la instalación de acerado y servicios por la ampliación de la carretera TF-112, "cuyos daños inciden en una merma de la seguridad y estabilidad, que impiden su permanencia en la actual ubicación", por representar un riesgo para los transeúntes.

Así, los responsables del área del Departamento de Calidad Ambiental, Seguridad y Servicios Públicos señalan, respecto al destino de los cinco ejemplares, que se replantarán en zonas verdes del barrio de Tíncer, en el enlace de la Carretera General del Sur con la calle San Juan y en las avenidas Bicácaro y El Litre.

Schneider indicó ayer que "tienen permiso para todo: para podar o talarlos, pero a nosotros no nos dicen nada ni nos dan una razón, salvo que suponen un peligro", aunque que argumentó que hay informes de biólogos acreditados que dicen todo lo contrario.

La también responsable de la Plataforma de Amigos de la Playa de Las Teresitas, Anaga y su litoral descartó denunciar ante los tribunales este traslado, pues señaló que "no vale la pena, porque no van a hacer nada, ya que detrás de todo están los intereses económicos de los empresarios de Las Huertas, y tienen tanto dinero que el ayuntamiento hará lo que les digan". Lola Schneider reconoció que "ya no sé lo que puedo hacer, pues cuando ves un atentado como éste, lo único que sientes es una gran impotencia y una gran pena. En el ayuntamiento no nos dicen nada y ni siquiera nos han respondido a las alegaciones que hemos puesto para salvar estos árboles. Prefieren los hechos consumados", señaló, pues a su juicio, "lo que han hecho no es una poda, sino una tala brutal e injustificada".