La carretera de acceso al barrio de La Quebrada, en la zona alta de María Jiménez, se ha convertido en un "quebradero" de cabeza para los vecinos de este núcleo del Distrito Anaga. Ello es debido a que, desde que parte de ella se desprendiera con las fuertes lluvias acaecidas el pasado 1 de febrero de 2010, transitar por esta estrecha vía no resulta nada fácil.

Ángeles Izquierdo, de la Asociación de Vecinos La voz de La Quebrada, explica que la vía es de doble sentido pero en el tramo afectado se hace imposible el paso de dos vehículos a la vez e, incluso, dificulta el paso de furgones o vehículos de gran tamaño. De hecho, hace algún tiempo ya hubo problemas con un camión en esta zona.

Por ello, los vecinos de este núcleo han pedido al área de Infraestructuras y Obras del Ayuntamiento de Santa Cruz que proceda, lo antes posible, al arreglo de la vía ya que, actualmente permanece con el socavón ya que el consistorio solo se limitó a poner unas vallas para que nadie se acerque.

Además, la barandilla permanece suspendida en el aire y los vecinos alertan del gran agujero que existe debajo del firme por lo que temen que parte de la vía pueda llegar a desplomarse en algún momento, sobre todo si continúa sin arreglarse y en el próximo invierno llueve con mucha intensidad.

Ángeles Izquierdo asegura que la asociación de vecinos ya ha presentado varios escritos en el consistorio capitalino pero el arreglo de la calle no llega, motivada por la falta de fondos del ayuntamiento. Además, los vecinos de esta zona de María Jiménez denuncian el estado general de abandono del barrio ya que la mayoría de las calles están en un muy mal estado de conservación, con numerosas gritas en el firme, e, incluso, algunas todavía sin asfaltar. Por otro lado, piden que el personal de Parques y Jardines acuda con mayor frecuencia al barrio ya que las plantas de las laderas y los jardines de este núcleo están totalmente secas.

Por último, desde la asociación de vecinos también solicitan la habilitación de un parque infantil en la zona, ya que los niños no tienen donde jugar, y la habilitación, por parte de Titsa, de un pequeño micro que, en determinas horas, suba hasta la parte alta del barrio. Cabe recordar, además, la lucha de una veintena de vecinos de La Quebrada contra las obras de ampliación de una antena de telefonía móvil que está instalada en una vivienda de la calle Calabria.