La totalidad de la corporación capitalina ha recibido la noticia de la reapertura temporal de la Refinería con prudencia a la espera de lo que pueda suceder dentro de tres o cuatro semanas, cuando se sepa si seguirá operando con cierta normalidad o volverá a paralizar su actividad a la espera de que bajen los precios y quede garantizada su competitividad.

Sin embargo, desde el Gobierno municipal, el propio alcalde, José Manuel Bermúdez, avisa de que no tolerará que esta reactivación conlleve un empeoramiento de la calidad del aire y confía en que el Gobierno de Canarias cumpla con su papel de control.

"La Refinería tiene que cumplir estrictamente con las leyes medioambientales, de calidad del aire y de salud pública y es el Gobierno de Canarias, porque es a quien le compete, el que ha de vigilar que esto es así a través de inspecciones y, si es necesario, de sanciones", manifestó antes de solicitarle al Ejecutivo regional que "haga su trabajo e informe a la ciudadanía de lo que esté sucediendo. Si no hay ningún problema que lo diga y si lo hay también".

Bermúdez insistió de nuevo en la idea de que "la Refinería se tendrá que ir más tarde o más temprano", ya que considera que "llegará el momento en que no va a poder cumplir la normativa medioambiental por estar ubicada en el centro de la ciudad".

Por su parte, la portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento, Cristina Tavío, aseguró que, tras hablar con el director de la Refinería, consideraba esta vuelta a la actividad como "una auténtica prueba de fuego que puede decidir el futuro económico de la ciudad e incluso su supervivencia", asegurando que el cierre definitivo "sería una de las mayores tragedias que ha vivido esta ciudad, ya que es la única industria que tiene la capital tinerfeña".

Tavío recordó que "la Refinería tiene un compromiso muy serio para reducir al máximo los contaminantes" y aseguró que "los ciudadanos de Santa Cruz pueden respirar con total tranquilidad"

Por su parte, desde Sí se Puede, su portavoz, Pedro Fernández Arcila, aseguró que "es el momento de la cautela y de comprobar qué planes tiene la Refinería", en referencia al cumplimiento del requerimiento del Gobierno de Canarias sobre calidad del aire y el compromiso de revisar la contaminación y utilizar nuevos filtros, por lo que adelantó que solicitará una "nueva reunión de la Comisión Ayuntamiento Gobierno de Canarias para conocer de primera mano la situación".

Desde Por Tenerife, su concejal, José Manuel Corrales, reconoció "estar a la expectativa de lo que pueda suceder" tras esta reanudación temporal de la actividad.

"No se nos ha informado sobre la parada, pero no queremos que la salud de los ciudadanos corra riesgo, por lo que exigiremos las máximas medidas de seguridad medioambiental", declaró ayer.

"Ni negativa ni positivamente", así valoró ayer el concejal de Ciudadanos de Santa Cruz, Guillermo Guigou, la noticia de la reapertura, asegurando que él y su grupo estarán vigilantes.

"Vamos a seguir en todo momento la monitorización de la calidad del aire", advirtió.