El puerto de La Hondura, operado por la refinería "Tenerife", se convirtió ayer, entre las 10 y las 12 horas, en el escenario de un simulacro de emergencia anual de gran envergadura, con el que Cepsa ha puesto a prueba su capacidad de respuesta, con un amplio despliegue de medios técnicos, materiales y humanos.

El simulacro, que exigió la activación del Plan de Emergencia Interior de la Refinería y del Plan Interior Marítimo, constó de tres ejercicios.

La voz de alarma inicial la daba uno de los operarios del Puerto de La Hondura a las 10:10 horas. Inmediatamente se activaron los dispositivos de emergencias, personándose el equipo de bomberos de la Refinería, con dos camiones especiales de lucha contra incendios y varios vehículos de apoyo.

El primer supuesto sobre el que se actuó fue un derrame accidental de gasolina al mar desde un barco atracado en los Duques de Alba, durante una operación de carga, con posterior incendio del combustible en el mar. Los sistemas automáticos de extinción se activaron de manera instantánea, empleando agua de mar.

A continuación, se presentaron el equipo de urgencias permanente y el equipo auxiliar de día de CEPSA, a quienes se unieron efectivos del Consorcio de Bomberos de Tenerife, así como un remolcador de la Autoridad Portuaria que participó en el simulacro con medios de extinción propios. Dos embarcaciones con policía portuaria a bordo intervinieron también, y desde la Autoridad Portuaria se controló, además, el tráfico marítimo en la zona, como refuerzo a la seguridad.

La segunda prueba tuvo como escenario el rescate y evacuación de dos supuestos heridos, con la intervención de la ambulancia propia de la Refinería, así como de un Vehículo de Intervención Rápida y una ambulancia de soporte vital básico del SUC.

Finalmente, el tercer y último ejercicio, realizado una vez controlado el supuesto incendio, permitió valorar la capacidad de respuesta ante un derrame de fuel producido por la rotura de una de las líneas de carga del puerto que había sido afectada por el fuego.