Si fuera un hotel, "seguro que Añaza no sería lo que es hoy". La afirmación, con cierta carga de resignación, la realiza Samuel García, vocal de la asociación de vecinos 8 de Marzo, del barrio costero de la capital. Y puede que con razón.

En 2016 se cumplen 43 años del intento frustrado, por parte de una empresa alemana, de abrir un establecimiento hotelero en esta zona, ahora de Santa Cruz de Tenerife, pero en aquel momento del municipio de El Rosario.

Su construcción se inició en 1973, en el marco del primer "boom" turístico que vivieron las Islas. Ya terminado, tampoco lo consideraron atractivo en las siguientes épocas de explosión del turismo, que se prolongaron durante varias décadas más. Su sentencia parecía estar firmada.

Más de cuarenta años que solo han servido para constatar dos cosas: que los propietarios del inmueble desaparecieron sin dejar rastro y que la Justicia dictó un derribo, por invadir zona de servidumbre, que no se ha llevado a cabo. Los intentos de localización de los legítimos propietarios realizados por parte del ayuntamiento capitalino nunca han dado resultados. Pero tampoco se ha aprobado en este tiempo el Plan Especial para la costa de Añaza, cuestión que fijaba la sentencia de demolición. "Que se derribe, aunque sabemos que es costoso, salvo que haya una alternativa viable y fructífera para la zona", propone el representante del colectivo vecinal de Añaza.

Y es que el coste ha sido, y es, otro de los motivos por los que el consistorio no ha ejecutado el derribo de la edificación. "No hay novedades. De cualquier forma, no es una prioridad ahora mismo ese asunto debido a su alto coste", indicaron fuentes municipales este viernes. El último cálculo que se hizo al respecto elevaba a algo más de un millón de euros lo que costaría la demolición.

"Creemos que la zona es una oportunidad para el Suroeste, para hacer proyectos para el litoral", plantea García. Y hace referencia con ello al Proyecto Pasea, una iniciativa para la costa de Añaza y Acorán que, aunque anunciada varias veces, de momento no se ha puesto en marcha.

Hasta tanto, el establecimiento hotelero que nunca tuvo huéspedes oficiales, aunque sí los tiene de otro tipo, se mantendrá en pie. Es decir, que Añaza seguirá teniendo su hotel, pero sin estrellas.