"La sede de la Concejalía de Juventud en la calle La Noria tiene un escalón que impide el acceso en silla de ruedas". Este es el argumento de Queremos Movernos para haber presentado esta semana una queja ante la Comisión de Sugerencias y Reclamaciones del Ayuntamiento de Santa Cruz. El inmueble se encuentra a mitad de calle, donde antes estuvo la OMIC, y desde el colectivo explican: "Acudimos para una cita con la concejala (Verónica Meseguer) y nos encontramos con una única puerta abierta al público con un doble escalón. Uno desde la calle, en sentido ascendente y otro para entrar en la oficina, en sentido descendente. Inaccesible".

Añaden que "nuestro vicepresidente se desplaza en silla de ruedas y tuvo que ser ayudado por un empleado para salvar ambos escalones ante la imposibilidad de entrar por sus propios medios".

Queremos Movernos recuerda: "Como quiera que estamos a nueve meses del plazo legal para que todas las oficinas de atención al público sean accesibles, estimamos conveniente efectuar la reclamación. Que luego no nos digan que no habían caído en la cuenta. Por tanto, simplemente hemos ejercido nuestro derecho a la queja o reclamación. Esperamos que la respuesta no sea que existe una rampa de entrada en otra puerta contigua, porque esa otra puerta está cerrada siempre. Y no se encuentra señalizada".

Por otro lado, apuntan, "sería muy pobre la respuesta si nos hablaran solo del acceso a la oficina. ¿El baño está adaptado? ¿La atención a personas sordas que acudan solas está garantizada? ¿Los ciegos pueden acudir libremente? ¿Quien tiene necesidades cognitivas puede saber a qué mesa dirigirse?"

"Les recordamos a los responsables del área -explican- que hay jóvenes ciegos, sordos, con discapacidad intelectual y con dificultades motóricas. Y que todos ellos tienen el mismo derecho que cualquier otro joven".

Las fuentes concluyen así: "Resulta triste que a estas alturas se tenga que pedir a un ayuntamiento como el de Santa Cruz seriedad y rigor en la atención a las personas con discapacidad".

"¿Esto no es accesible"?

Fuentes municipales aseguraron a este periódico que "además de la entrada perfectamente señalizada y accesible por la parte del inmueble que da a la calle Ni Fú-Ni Fá hay otra apenas 30 centímetros más allá de la que denuncian. Por ahí ha entrado sin ningún problema gente en silla de ruedas. Se trata de una entrada adaptada sin ningún desnivel ni rasante. No hay en este otro acceso ni doble escalón ni simple. Las piedras en el piso de la calzada no impiden para nada acceder".