"Dentro de cien años la historia será completamente revolucionaria porque se transcribirá la de los más humildes". Lo asegura Emili Ferrando, uno de los mayores expertos del país en fuentes orales, que ha impartido un curso en el TEA organizado por el colectivo "Salvemos la historia de los barrios olvidados", que coordina Antonio Martín, y en el que colaboró la Concejalía de Patrimonio que dirige Yolanda Moliné.

El objetivo era "sembrar la semilla" sobre este ámbito de la investigación científica entre vecinos, profesores y alumnos de Bachillerato del IES Bernabé Rodríguez, ubicado junto a la Recova y en cuyo interior, justo a la mitad del solar, se localizaba la ciudadela La Portada.

El seminario está incluido en el proyecto global para la recuperación de los barrios de El Cabo, Los Llanos, Cuatro Torres y San Sebastián con "la búsqueda y reconstrucción de las fuentes orales como elemento documental".

Ferrando es un auténtico "recuperador de historias", sobre todo de la Guerra Civil, y colaborador en proyectos en este sentido.

Durante varios días ha mostrado "qué son las fuentes orales y cómo se utilizan" para "formar a los futuros participantes en la iniciativa". Un proceso largo. Desde la primera ficha a la "reconstrucción" de una vida tras la entrevista. Pero, sobre todo, la manera de incluir "lo afectivo, sentimientos y valores que no aparecen normalmente, porque casi siempre es historia política, militar o económica, pero no social".

Ferrando mete prisa "porque la gente se muere. En mi pueblo hicimos en 2002 un trabajo con 250 personas y casi todas han fallecido ya. Es muy difícil encontrar en el siglo XXI a quien, aunque sea por referencias, te lleve al XIX".

"Hay que ayudar a Toni (Antonio Martín) en este proyecto. Siempre es más difícil el trabajo colectivo que el individual. Detrás suyo, que es el eje, hay un grupo muy interesante".

"La fuente oral, la transmisión de testimonios boca a boca, es la primera y la forma más antigua de hacer historia", señala Ferrando, quien considera que "no se debe idealizar, vale en momentos y contextos, nunca reñida con la documental. La metodología y la técnica como herramienta de investigación la han consolidado en todos los ámbitos universitarios y académicos". El experto tiene muy claro que "la historia oral ha democratizado el discurso".

La semilla está sembrada. Hay que esperar ahora a recoger la cosecha en forma de un trabajo común entre alumnos, profesores y vecinos que será publicado. Emili Ferrando cumplió al darle un empujón "al rescate colectivo".

"Pensaba que una ciudadela era una torre"

Historiador y docente. Así se define Emili Ferrando Puig (Benassal, Castellón, 1948). Emigró joven a Badalona y estudió en la Universidad de Barcelona, donde la profesora Mercedes Vilanova "le inoculó el gusanillo" de las fuentes orales. Es su primera visita a la isla: "Pensaba que una ciudadela era una torre y no la tipología de vivienda de los más humildes. Y desconocía la magnitud de la represión tras la Guerra Civil". Sobre el maquis guerrillero en El Maestrazgo data su única incursión en la novela: "Había tantos vacíos documentales que usé la inventiva". Así nació "La xiqueta de las sandalies de pell de porc" (La niña de las sandalias de piel de cerdo). Cuenta la historia de una niña de 12 años que vio cómo su padre, que le hizo esas sandalias, era asesinado. "Ejemplo de por qué campesinos sin idelogía apoyaron al maquis", valora.