Con cierto retraso sobre la idea inicial, pues el derribo estaba previsto que se produjera hace algunas semanas, las palas reiniciaron ayer la demolición de los inmuebles de los números 27 y 29 de la calle Puerta Canseco, en el entorno de Miraflores. Ambos edificios, y el del número 23, han sido motivo de controversia durante los últimos entre el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de Santa Cruz a cuenta de su protección.

Tras una reunión entre ambas administraciones para acercar posturas, el consistorio solicitó un informe al Cicop que determinó que ninguno de los tres inmuebles tenía valores patrimoniales que proteger. Pese a todo, la Corporación insular siguió defendiendo lo contrario.