Los vertidos de aguas residuales -tratadas- que se emiten al mar desde la EDAR de Cabo Llanos, que incumplen la directiva europea de aguas residuales urbanas, son uno de los motivos por los que la playa de Las Teresitas se quedó este año sin la Bandera Azul a la que aspiraba el Ayuntamiento de la capital, tras quince años sin ella.

Así lo explicó ayer el concejal de Medio Ambiente, Carlos Correa, tras recibir el informe con las causas que motivaron que la playa chicharrera no obtuviera el galardón.

"La normativa de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac) dice que no puede haber ningún vertido ilegal en el municipio, sin especificar la distancia", concreta el concejal, quien recuerda, en todo caso, que existe una autorización del Gobierno de Canarias para el citado punto de vertido al mar.

La otra causa por la que el jurado de la Adeac no concedió la Bandera Azul a Las Teresitas tiene que ver con "incumplimientos" de la Ley de Costas en la concesión que tiene el ayuntamiento de la playa.

Obras e instalaciones no autorizadas como la Cofradía de Pescadores o los quioscos, y el fondeo de los barcos forman parte de ese conjunto asuntos que han impedido que la playa de la capital haya logrado el galardón.

"Son temas heredados de hace muchos años. Nos causa sorpresa que si en 2003 existían todos estos parámetros que cita Costas, ¿por qué salen ahora a la luz estos incumplimientos?", se preguntó Carlos Correa, quien también se mostró extrañado tras conocer que Costas argumentó que "no podía encontrar" el informe de hace quince años y por eso emitió uno nuevo y actualizado.

En este sentido, Correa incidió, en relación con el vertido de Cabo Llanos, en que está prevista una ampliación de la depuradora por más de 30 millones de euros, mientras que, con respecto a los quioscos, insistió en que ya están todos cerrados y pendientes de una reunión de distintas áreas del ayuntamiento para "definir" su derribo.

"Nunca se nos pasó por la cabeza que existiendo estos parámetros hace 30 años ahora fueran a decirnos que eran la causa de la no concesión", reiteró.

El edil recordó que el consistorio encargó el año pasado un estudio que determinó los cinco puntos-deficiencias que había que corregir para poder aspirar a recuperar, tras quince años, la Bandera Azul. Esas carencias estaban relacionadas con el panel principal de información de la playa, crear un comité de gestión, la no constatación de la fuente de agua potable de las duchas, la existencia de conexiones de aguas residuales de los quioscos a la red de pluviales y la inexistencia de un plan de emergencias.

"Eran aspectos de fácil corrección, es decir, las deficiencias eran salvables", reconoció ayer Correa. "Por eso decidimos impulsar la candidatura", añadió

El sostuvo que el informe de la Adeac no pone en duda ni la calidad del agua de Las Teresitas ni los servicios que presta el consistorio en la playa, por lo que avanzó que, si bien el año que viene no van a aspirar a conseguir este galardón, sí lo harán en el futuro.