La Asociación Nuestro Patrimonio expresó ayer su apoyo a la iniciativa ciudadana que promueve la declaración del antiguo semáforo marítimo de Igueste de San Andrés como Bien de Interés Cultural (BIC), así como su rehabilitación para asegurar su conservación y contribuir al desarrollo cultural y económico de Anaga.

Considera este colectivo que en un estado óptimo el semáforo sería un atractivo más para el Parque Rural de Anaga, declarado Reserva de la Biosfera, para el pueblo de Igueste y para Santa Cruz.

Nuestro Patrimonio respalda de este modo la solicitud presentada por Javier Vega y otros ciudadanos implicados en el proyecto como Miriam Hernández, Victoria Fumero, Paula de Vega y María Elvira García.

Este grupo de personas tramitó ante el Cabildo de Tenerife, el pasado 5 de abril de 2018, el expediente de declaración de BIC con categoría de monumento y que, si procede, deberá elevarse al Gobierno canario para su aprobación definitiva.

El Semáforo de la Atalaya es un antiguo semáforo de señales náuticas y estación telegráfica. Este conjunto arquitectónico se ubica en el Parque Rural de Anaga, a unos doscientos metros sobre el nivel del mar en la zona del Macizo de Anaga, concretamente en Igueste de San Andrés, dentro del municipio de Santa Cruz de Tenerife.

El edificio y sus instalaciones datan del año 1893, aunque no entra en servicio hasta 1895, una vez terminada su construcción y efectuada su entrega al Ministerio de Marina de la época.

La función fundamental del semáforo, al igual que sus coetáneos en el resto de España, era suministrar información de los buques avistados desde el edificio, tanto a la Comandancia de Marina de Santa Cruz, mediante el Código Internacional de Señales náuticas, como a los diversos estamentos interesados en dicha información (consignatarias de buques, propietarios de los mercantes, casas comerciales, etc.).

El dossier presentado ante la Corporación insular incluye un informe sobre los diversos aspectos del Semáforo de la Atalaya, una investigación sobre la titularidad y situación actual, así como diversos planos y documentación gráfica.

El semáforo de Igueste de San Andrés es propiedad de la Dirección General de Patrimonio del Estado, que depende del Ministerio de Hacienda y Función Pública.

El edificio tiene ya protección integral en el Catálogo Municipal de Patrimonio Histórico de Santa Cruz, pero se encuentra abandonado, y con esta medida se plantea protegerlo con la categoría superior, la de BIC, así como promover su restauración y puesta en valor.

La legislación canaria de Patrimonio Histórico prevé que sean BIC todos aquellos bienes "que constituyen realizaciones arquitectónicas o de ingeniería, u obras singulares de escultura siempre que sobresalgan por su valor arquitectónico, técnico, histórico, artístico, científico o social".

El proyecto de estas antiguas construcciones data de 1884, cuando el Ministerio de Marina declaró el plan general de semáforos para las costas españolas en el que quedaban especificados los modelos oficiales de los edificios y la situación geográfica de cada uno, que formaban en total 20 edificios repartidos por el Mediterráneo y el Atlántico.

"La tipología arquitectónica empleada para esta construcción entra dentro de los cánones clasicistas, transmitiendo solidez, estilo determinado y especialidad", según explica el Catálogo Municipal.

Dado el lugar tan apartado donde se levantó el inmueble, se fabricó un pequeño embarcadero al pie del acantilado en el que se asienta. También se construyó un camino de servicio que serpentea por toda la ladera y que pone en comunicación el embarcadero con la estación.

Tras prestar sus servicios al puerto de Santa Cruz durante más de setenta años, el semáforo de Igueste dejó de funcionar a mediados de los años sesenta del siglo XX.